miércoles, 26 de agosto de 2009

De desembarcos, enlotamientos y otros menesteres

Es costumbre que los toros lleguen a la plaza entre 24 y 48 horas antes de la corrida. Tras el “desembarco”, tiene lugar el “reconocimiento”, en el que suelen estar presentes veterinarios, presidente, el mayoral de la ganadería y algún “veedor” de los toreros (la persona que les elige los toros en el campo). A partir de ahí pueden empezar los problemas (toros que hayan perdido demasiados kilos por el estrés del viaje o que hayan sufrido algún tipo de percance en un pitón o en un ojo durante el traslado…). Si algo de esto sucede, el presidente tiene la potestad de “no aprobar” algún toro. Previendo estos casos, sobre todo en plazas de primera categoría como Málaga, se suelen llevar varios toros demás “por si acaso”.

El mismo día de la corrida, por la mañana, ya con las cuadrillas y los apoderados de los toreros en los corrales, se le vuelve a “dar una vuelta” a los toros para ver cuáles “entran” y cuáles no. Si los criterios de cuadrillas y presidente coinciden, bien, todo es rápido. Si no, pues a negociar y argumentar se ha dicho. En cualquier caso, la última palabra la tiene el presidente.

Una vez decidido qué 6 toros entran, cuáles quedan para “sobreros” (de los aprobados, los que menos gustan. Son los que deberían salir al ruedo en caso de que algún toro de los que "ha entrado" en la corrida sea devuelto a los corrales durante la lidia. También aquí el presidente tiene la última palabra) y cuáles quedan fuera de la corrida, se procede al “enlotamiento”: Se dividen los 6 toros que han entrado en la lidia ordinaria en 2 grupos que pueden ser: los 3 más “bonitos” por un lado y los más “feos” por otro, o los 3 más altos y los 3 más bajos, o, si vienen de padres distintos, los del mismo padre en el mismo grupo, etc...y, a partir de ahí, se hacen los 3 lotes de 2 toros cada uno, escogiendo para ello un toro de cada grupo, de esta manera se intenta que los lotes sean lo más parejo posible.

Todo esto sucede entre las 10:30 y 12:00 am., porque a esta hora debe tener lugar el sorteo: se toman 3 papelillos de fumar y en cada uno se escribe 2 números correspondientes a cada uno de los lotes. Luego se los arruga hasta hacer con ellos 3 bolitas y se introducen en el sombrero de ala ancha del mayoral de la ganadería dispuesto boca arriba. A continuación, se tapa la cavidad con un periódico, una revista o una gorra y se sacude para mezclarlas bien. Una vez hecho esto, se retira parcialmente la “tapa” de manera tal que la mano de un banderillero de la cuadrilla del torero de mayor antigüedad pueda deslizarse por el hueco y coger una bolita. Tras esto, ante la atenta mirada de todos los presentes, deslía cuidadosamente el papelillo y anuncia en voz alta el lote que le ha correspondido a su torero. Se repite el mismo proceso con un banderillero de la segunda cuadrilla en antigüedad y, el de la tercera cuadrilla, generalmente nosotros, simplemente tiene que corroborar con el papel que queda, que el lote restante es el que efectivamente le ha tocado a su torero.

A partir de ese momento, la zona del sorteo se despuebla en segundos y todos vuelven a arremolinarse junto a las barandillas de los corrales a comentar el lote que les ha correspondido y decidir (esto ya es competencia exclusiva de cada cuadrilla, el presidente no interviene) qué toro van a “echar por delante” y cuál debe salir en segundo lugar (algunos toreros prefieren el “bonito” por delante y el “feo” por detrás y viceversa).

Tras esto, tiene lugar el “enchiqueramiento”: Hasta este momento, todos los toros han permanecido juntos y revueltos en los corrales y ahora se trata de que cada uno ocupe un chiquero individual y permanezca allí hasta salir a la plaza esa tarde. Una vez finalizado este proceso, con ayuda del personal especializado de la plaza y los cabestros, se cierra con llave la zona de corrales y se deja a los toros tranquilos hasta la hora de la corrida.

Todo este proceso suele acabar cerca de la 1 de la tarde. Es hora de regresar al hotel a comentarle al torero cómo ha ido todo, comer algo ligero y a descansar un rato hasta la hora de “vestirse”.

1 comentario:

  1. Ramiro se te ha olvidado algo(es una maldad mia)¿y a que hora pasa el toro por la peluqueria?.
    UN BESAZO

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