lunes, 31 de agosto de 2009

Camino Linares

Después de un par de días sin toros, que no de descanso, nos ponemos nuevamente en marcha para pegar el último tirón de Agosto. Cuando regresemos a casa, si todo va bien, después de Palencia, estaremos ya en Septiembre.

El Jueves 27 partimos para el sur: A 4, Despeñaperros y a "La Mezquita" en Guarromán a cenar. Muchas caras conocidas, algunas de paso y otras que han venido expresamente para la feria de Linares. Entre los primeros, Gimeno Mora, banderillero almeriense afincado en Madrid que vuelve de su tierra, y Aurelio García, veterano picador actualmente a las órdenes de Esplá que, con parte de la cuadrilla, hace el camino inverso hacia Almería. Entre los segundos, una mesa muy curiosa formada por una alemana (Anya Bartels-Suermondt, excelente fotógrafa, buena amiga y mejor persona), una francesa (la mujer del embajador del país vecino en España), un inglés y una española. Ya sé que parece el comienzo de un chiste pero, os lo aseguro, no lo es. Cada uno un origen distinto, pero todos una pasión común, los toros. Y, como siempre, revoloteando de mesa en mesa, José Fuentes.

A "La Mezquita" llegamos la cuadrilla y el apoderado sobre las 10 de la noche. Ya nos esperaban allí Cayetano y Manuel Cid, que venían de Sevilla. Disfrutamos de la cena, comentamos el reencuentro después de apenas 48 horas y continuamos viaje para Linares, a unos 10 kilómetros de distancia, que ya toca descansar, que mañana también es un día especial…

Almería

Hay dos detalles que me encantan de la plaza de toros de Almería: la ovación que le brinda el público a los toreros una vez acaba el paseíllo y el colorido que dan los mantones que cuelgan las damas de balconcillos y barreras.

Por la mañana, en el sorteo, un hombre mayor que afirma haber sido "capitalista" (así se suele llamar a las personas que sacan a los toreros a hombros) tiempo atrás, me cuenta anécdotas desordenadas mientras espero al empresario para recoger los pases. Relata con cierta nostalgia cómo antiguamente los chiquillos inventaban mil y una triquiñuelas para “colarse” en la plaza; dice que, en el año 76, escalando un muro que me señala con el dedo, se mató un joven que resbaló. Asegura también haber sacado a hombros en alguna ocasión a Paquirri y haberlo llevado en volandas, turnándose con otros compañeros, calle Granada abajo hasta el Gran Hotel.

Una vez terminadas mis tareas en la plaza, regreso al hotel dando un paseo por la avenida García Lorca. En la rambla central, los puestos de artesanía en forma de pequeñas jaimas se entremezclan con las palmeras. Cada tanto, grandes carpas blancas en que se celebran curiosos campeonatos de futbolín o de scaléxtrix.

Es cerca de la 1 de la tarde cuando llego al Gran Hotel. Mucho jaleo, mucha gente, mucho ruido. Como con la cuadrilla y subo a dejar todo listo en la habitación del torero (“montar la silla”, dejar puesta la “capilla”...). Está contento, Málaga y Cuenca salieron bien, queda hoy Almería para acabar de rematar estos tres días seguidos. Se asoma un instante al balcón, el viento agita violentamente las palmeras del paseo, esto le preocupa y me lo comenta, “en la plaza no se nota tanto”, le contesto con poca convicción. Luego me voy y lo dejo descansando. A los 15 minutos me llama, me dice que en esa habitación es imposible dormir. Tiene razón, el mismo hotel ha montado justo debajo una caseta en la que una orquesta no para de tocar sevillanas y canciones de Bisbal a un volumen descomunal. Bajo a recepción, explico la situación y solicito que lo cambien, me dicen que a las seis y media cortan, a las seis y media estamos nosotros ya en la plaza, les contesto. Me dicen que sólo le pueden dar una habitación más pequeña y con peores vistas, les digo que primero tranquilidad, luego tranquilidad y por último, si puede ser, amplitud y paisajes.

En cuanto a la corrida, como era previsible, molestó bastante el aire y una nueva puerta grande que se le escapa por la espada.

viernes, 28 de agosto de 2009

Bestiario almeriense

Hubo un tiempo en que Almería estaba llena de personajes entrañables. Eran taurinos de otra época, cargados de anécdotas como para escribir varios tomos del Cossío, que se acercaban por la mañana al sorteo buscando compartir un instante con su amigo Curro Vázquez, compañero de tantas tardes…

Recuerdo a Curro en el desayuno diciéndome “aquí hay que intentar sacar más pases de callejón y de servicio”. Eran personajes como el “Chabola”, Juan Luis de la Rosa o el "Laly".

Riojano de nacimiento, el "Chabola" había llegado a hacer de mozo de espadas de Dominguín. Cuentan una anécdota muy graciosa de él, con su metro cincuentaypocos, intentando ponerle la coleta a un espigado Luis Miguel. Pero si hay alguien a quien ha quedado unido para siempre su figura, es al "Niño de la Capea", de quien fue su fiel mozo de espadas, hombre de confianza y de quien hizo incluso de apoderado en México, en donde se instaló a vivir durante cierto tiempo. En esa época ganó tanto dinero como gastó. En los últimos años, aquejado de una enfermedad bronquio-pulmonar severa, buscó el clima cálido y seco de Almería para retirarse. Lo recuerdo cercano, afable, siempre dispuesto a dar un buen consejo con el débil hilo de voz que le iba quedando: “Ramirito, yo al principio era igual que tú, intentando atender a todo el mundo, no te compliques la vida con el tema de las entradas”, me decía con una sonrisa cargada de experiencia. Cada año me llamaba en cuanto salían los carteles de Almería: “Ramirito, no te preocupes por el hotel de aquí que ya te lo arreglo yo que tengo mano”.


Otro personaje era Juan Luis de la Rosa. Decano de los toreros almerienses, a sus 80 años, todavía conservaba el porte y la elegancia de los taurinos antiguos.

Y por último, el "Laly". Reconozco que cuando me lo pesentó Curro Vázquez una mañana en la plaza de toros de Roquetas, tuvo que remarcarme que era banderillero. Con la figura más cercana a la de un vendedor de cassettes de mercadillo que a la de un torero, formaba parte junto con el "Pali" y el "Jaro", de la peculiar pero eficiente cuadrilla que en algún momento llevó Curro Vázquez.

Cuando llegaba Almería, a fines del intenso mes de Agosto, después del sorteo, Curro se los llevaba a todos a comer a algún restaurante del centro y, por unas horas, ellos conseguían que aparcara el estrés y las preocupaciones propias de la temporada y que riera relajado.

Pues bien, de un par de años a esta parte, todo ese mundo desapareció: "Chabola" y Juan Luis de la Rosa murieron en el transcurso de pocos meses y el "Laly" se esfumó sin dejar rastro, de momento.

Almería sin ellos es menos alegre…

miércoles, 26 de agosto de 2009

Cuenca

Hay tardes que sin ser importantes, lo son. O, mejor dicho, que, por diversas circunstancias, adquieren una relevancia y una trascendencia mayor de la que en un principio debiera suponérseles.

Y éste fue el caso de Cuenca (por cierto, ciudad hermanada con Ronda desde hace años), que el lunes pasado se convirtió, por unas horas, en capital de toreo.

Allí se podía ver entre el público, al maestro Joselito y a muchos otros “buenos aficionados" desplazados desde distintos puntos de España que no quisieron perderse el único cartel del año en que iban a comparecer juntos Morante y Cayetano y sus formas tan bellas y personales de entender la tauromaquia.

Llegaron al patio de cuadrillas, se saludaron y se desearon suerte. Luego, el paseíllo, momentos vibrantes y faenas para el recuerdo. En lo numérico, ganó Cayetano por puntos, 3 a 2. En lo artístico, ganó la “fiesta”, con dos toreros muy motivados brillando a un gran nivel, cada uno con su tauromaquia, cada uno con su estilo. Al final, apretón de manos, “enhorabuena y suerte” y los dos a hombros saliendo por la puerta grande.

La gente contenta, abandonando la plaza toreando de salón y discutiendo sobre quién de los dos estuvo/es mejor. Joselito o Belmonte, Ordóñez o Dominguín…así fue siempre la fiesta, así debe ser la fiesta…

No quería finalizar sin hacer referencia a Perera, el tercero en discordia, “convidado de piedra” en esta ocasión que, haciendo un gran esfuerzo, reaparecía ese día después de la tremenda paliza que le propinó un toro en Ciudad Real. Se veía que no estaba recuperado totalmente pero, como gran figura del toreo que es, allí estaba, no queriendo perderse esa tarde tan señalada ni dejarse ganar la partida. No salió también a hombros porque no le acompañó la suerte en el sorteo. El guión decía que ese día no debía ser él el protagonista. De todas formas, gran mérito de un gran torero.

Málaga segunda tarde

Domingo 23 de Agosto. Segunda y última comparecencia de Cayetano en Málaga. Si todo va bien, él será quien esta tarde mate el último toro de la feria 2009. Por la mañana, apoyado a una palmera en la puerta del hotel Maestranza, Morante, en ropa deportiva, hace ejercicios de estiramiento. A su lado siempre, como una sombra, Poli Gallardo. Se le nota agotado. Aún convalenciente de su cornada en El Puerto, ayer hizo doblete, por la tarde Antequera y por la noche Málaga. En un rato parten para Sanlúcar y mañana lunes Cuenca con nosotros. En los aledaños de la plaza, los coches de limpieza, con su ruido sordo, van y vienen lavándole la cara a las calles que se desperezan, dejándolas a punto para el acontecimiento que se va a vivir por la tarde.

Ya es vox pópuli en el mundillo taurino, que Málaga, en los últimos años, se ha puesto “complicada” en el tema “corrales”: ganaderías que “echan para atrás”, camiones que tienen que venir deprisa y corriendo para” remendar” corridas que no se han aprobado enteras…Y el domingo no fue una excepción. Entre toros no aprobados, camiones que no llegan y diferencia de criterios, lo que tenía que haber estado finiquitado sobre la 1 de la tarde, no lo estuvo hasta las 5 aproximadamente. Así es que, a los banderilleros que ese día les tocaba sortear, no les dio tiempo mas que a volver al hotel deprisa a tomar un refrigerio y “vestirse” para regresar a la plaza.


En cuanto a la corrida, mucha expectación. Cayetano estuvo muy bien, cortó una oreja y, si no salió por la Puerta Grande, fue porque la presidenta, lo mismo que sucediera la noche antes con Castella, le negó una segunda oreja que el público pidió con insistencia.

A parte de lo emocionante que fue la faena de Cayetano, vivimos otros dos momentos de gran intensidad esa tarde, las dos ovaciones que recibió el maestro Esplá por parte de la afición: Una, después del paseíllo, que él , en un gesto que le honra, quiso compartir con sus dos compañeros de terna invitándoles insistentemente a salir a saludar con él al tercio; y otra, al finalizar la corrida, justo antes de cruzar la puerta del patio de cuadrillas de La Malagueta vestido de luces por última vez de regreso del hotel.

Y el idilio de Cayetano con Málaga, continúa…

De desembarcos, enlotamientos y otros menesteres

Es costumbre que los toros lleguen a la plaza entre 24 y 48 horas antes de la corrida. Tras el “desembarco”, tiene lugar el “reconocimiento”, en el que suelen estar presentes veterinarios, presidente, el mayoral de la ganadería y algún “veedor” de los toreros (la persona que les elige los toros en el campo). A partir de ahí pueden empezar los problemas (toros que hayan perdido demasiados kilos por el estrés del viaje o que hayan sufrido algún tipo de percance en un pitón o en un ojo durante el traslado…). Si algo de esto sucede, el presidente tiene la potestad de “no aprobar” algún toro. Previendo estos casos, sobre todo en plazas de primera categoría como Málaga, se suelen llevar varios toros demás “por si acaso”.

El mismo día de la corrida, por la mañana, ya con las cuadrillas y los apoderados de los toreros en los corrales, se le vuelve a “dar una vuelta” a los toros para ver cuáles “entran” y cuáles no. Si los criterios de cuadrillas y presidente coinciden, bien, todo es rápido. Si no, pues a negociar y argumentar se ha dicho. En cualquier caso, la última palabra la tiene el presidente.

Una vez decidido qué 6 toros entran, cuáles quedan para “sobreros” (de los aprobados, los que menos gustan. Son los que deberían salir al ruedo en caso de que algún toro de los que "ha entrado" en la corrida sea devuelto a los corrales durante la lidia. También aquí el presidente tiene la última palabra) y cuáles quedan fuera de la corrida, se procede al “enlotamiento”: Se dividen los 6 toros que han entrado en la lidia ordinaria en 2 grupos que pueden ser: los 3 más “bonitos” por un lado y los más “feos” por otro, o los 3 más altos y los 3 más bajos, o, si vienen de padres distintos, los del mismo padre en el mismo grupo, etc...y, a partir de ahí, se hacen los 3 lotes de 2 toros cada uno, escogiendo para ello un toro de cada grupo, de esta manera se intenta que los lotes sean lo más parejo posible.

Todo esto sucede entre las 10:30 y 12:00 am., porque a esta hora debe tener lugar el sorteo: se toman 3 papelillos de fumar y en cada uno se escribe 2 números correspondientes a cada uno de los lotes. Luego se los arruga hasta hacer con ellos 3 bolitas y se introducen en el sombrero de ala ancha del mayoral de la ganadería dispuesto boca arriba. A continuación, se tapa la cavidad con un periódico, una revista o una gorra y se sacude para mezclarlas bien. Una vez hecho esto, se retira parcialmente la “tapa” de manera tal que la mano de un banderillero de la cuadrilla del torero de mayor antigüedad pueda deslizarse por el hueco y coger una bolita. Tras esto, ante la atenta mirada de todos los presentes, deslía cuidadosamente el papelillo y anuncia en voz alta el lote que le ha correspondido a su torero. Se repite el mismo proceso con un banderillero de la segunda cuadrilla en antigüedad y, el de la tercera cuadrilla, generalmente nosotros, simplemente tiene que corroborar con el papel que queda, que el lote restante es el que efectivamente le ha tocado a su torero.

A partir de ese momento, la zona del sorteo se despuebla en segundos y todos vuelven a arremolinarse junto a las barandillas de los corrales a comentar el lote que les ha correspondido y decidir (esto ya es competencia exclusiva de cada cuadrilla, el presidente no interviene) qué toro van a “echar por delante” y cuál debe salir en segundo lugar (algunos toreros prefieren el “bonito” por delante y el “feo” por detrás y viceversa).

Tras esto, tiene lugar el “enchiqueramiento”: Hasta este momento, todos los toros han permanecido juntos y revueltos en los corrales y ahora se trata de que cada uno ocupe un chiquero individual y permanezca allí hasta salir a la plaza esa tarde. Una vez finalizado este proceso, con ayuda del personal especializado de la plaza y los cabestros, se cierra con llave la zona de corrales y se deja a los toros tranquilos hasta la hora de la corrida.

Todo este proceso suele acabar cerca de la 1 de la tarde. Es hora de regresar al hotel a comentarle al torero cómo ha ido todo, comer algo ligero y a descansar un rato hasta la hora de “vestirse”.

domingo, 23 de agosto de 2009

Pequeño comentario desde el balcón

Habitación 207 del Parador de Gibralfaro, situado sobre el monte del mismo nombre en una zona residencial de Málaga. Acabamos de llegar de ver la corrida nocturna con Morante, Castella y Talavante en el cartel. Mucho ambiente, plaza llena. El presidente le ha cerrado la puerta grande a Castella. Al salir, tomamos un refresco en “El Volapié”, junto a la plaza, y al hotel a descansar.

Antes de acostarme, me asomo un instante al balcón. Las luces de la ciudad se desparraman hasta el mar, luego, una llanura oscura, infinita, salpicada por la solitaria luz de algún barquito pescador. Desde el oeste llega el ruido lejano de la feria, y a los pies de Gibralfaro, como si de una maqueta a escala se tratase, el ruedo iluminado de la Malagueta. Ojalá mañana sea el escenario de una tarde mágica…por esta afición, por Cayetano, por el maestro Esplá que se despide de la plaza…

sábado, 22 de agosto de 2009

Ciudad Real

El resumen de la reaparición con 5 días seguidos toreando fue muy positivo. El torero yendo de menos a más, que diría un taurino, ganando en confianza, en seguridad y en moral.

Después de un día de descanso, que le vino muy bien, nos pusimos nuevamente en marcha. Esta vez toca Ciudad Real.

Como dato curioso, contaros que fue en esta plaza donde Antonio Ordóñez, el 17 de Agosto de 1981, hizo el paseíllo por última vez. Para conmemorar dicha circunstancia, y aprovechando que coincidían en el ruedo sus 2 nietos, una muy embarazada alcaldesa, se fotografió en el ruedo con ellos, portando una placa que informa de este curioso detalle y que irá situada en algún lugar destacado de la plaza.

Cayetano muy bien, dos orejas en su segundo que podían haber sido alguna más de no pinchar al primero.

La nota negativa fue la cogida de Perera, que resultó arrollado por su segundo toro en el tercio de varas y no pudo continuar toreando. Me comenta gente de su cuadrilla que ya le han dado el alta y que lo que tiene, sobre todo, es una gran “paliza”. Así que en breve estaremos disfrutando de él nuevamente en los ruedos.

Y ahora, nuevamente Málaga…

Cantalejo

Después de una tarde mágica como la de Málaga, a uno lo que le apetece es cenar tranquilamente y relajarse pasando un rato agradable con la cuadrilla y los amigos. Pero estamos en plena temporada, en Agosto, y hay que recoger pronto y partir que mañana nos espera un nuevo “puerto”.

Cantalejo está situado en la zona oriental de la provincia de Segovia, famosa antaño por la manufactura de trillos para labranza, hoy, que la mecanización ha dejado a estos utensilios totalmente obsoletos, se siguen fabricando y vendiendo como elementos ornamentales. ¿Quién le diría a un agricultor de la zona de hace 100 años que en el siglo XXI la gente pagaría por tener un trillo colgado en el salón de su casa? Si es que “hay gente pa’ to’”…

Esta parte de Segovia, seca, llana, repleta de campos de girasoles, contrasta con la de El Espinar, donde estuvimos un par de días atrás, en la zona occidental, con su paisaje accidentado, de serranía boscosa.

Para alojarnos elegimos un precioso hotelito rural , “La Posada del Duratón”, edificio de construcción moderna pero que respeta escrupulosamente el estilo de la zona basado en la piedra. La Posada se encuentra en Sebúlcor, pequeño pueblecito situado a 3 kilómetros de Cantalejo, al que pertenece el Parque Natural de Las Hoces del Río Duratón. Una piragua clavada junto a un cartel a las afueras, nos recuerda que hasta aquí se desplazan cada año decenas de aficionados a este deporte.

Llegamos al hotel sobre las 6 de la mañana, ya amaneciendo. Por las galerías de la primera planta, Manzanares pasea esperando que llegue su cuadrilla, dice haberse desvelado y no poder dormir. La tarde anterior había toreado en Málaga con nosotros, después de Cantalejo le espera Bilbao. No me extraña que esté insomne...

Antes de la corrida, una pasajera tormenta de verano levanta un agradable y refrescante olor a tierra mojada. Luego el paseíllo y el torero que sigue disfrutando. Continuamos por el buen camino…

Málaga primera tarde

Málaga es una plaza muy especial para Cayetano, su gente, las innumerables gestas que antaño aquí protagonizara su abuelo, la cercanía de Ronda…

Cuando uno viene de Sevilla, Granada o Madrid por la A 4 y corona el puerto de Las Pedrizas, siente de golpe que Málaga se le cuela por todos los sentidos: las luces de la ciudad abajo, a lo lejos, la humedad, el intenso olor a mar…

En ese momento se me vienen a la memoria estas mismas fechas del año pasado, con el torero todavía convaleciente de su cornada en Huesca, volvíamos de lo de Domingo Hernández, en Salamanca, donde se había estado probando en el campo con un par de toros. Al pararnos en una gasolinera, en Peñaranda de Bracamonte, nos enteramos de un accidente con decenas de muertos en Barajas, había gran revuelo, todos pendientes de las imágenes de un pequeño televisor. Repostamos y continuamos viaje de regreso a Madrid. En el coche, Ángel Luis Prados (gran profesional y mejor persona), Curro Vázquez, el torero yo. El apoderado, como debe ser, intentado hacerle ver que era muy precipitado reaparecer todavía, que debía recuperarse plenamente antes de volver a vestirse de luces. El torero, diciendo que no, que la siguiente era Málaga y que ésa no se la podía perder. Se sucedían los kilómetros y los argumentos sin que nadie convenciera a nadie. Las razones del apoderado contra las ganas del torero, la cabeza contra el corazón, la prudencia contra la audacia…cada uno en su papel, cada cual con sus razones. Al final se impuso “la razón de la sinrazón” y lo demás quedó para la historia: verónicas a una mano, naturales, cambios de mano…y triunfador de la feria de Málaga 2008.

http://www.youtube.com/watch?v=9vDMhmNMOjY

Bueno, pues ya pasó un año de todo aquello y estamos nuevamente en Málaga, en la primera comparecencia de Cayetano de las 2 que tiene en esta feria. Cartel de “No hay billetes” y máxima expectación.

Es costumbre en esta plaza que el alcalde haga entrega del capote de paseo al triunfador de la feria del año anterior cuando éste hace el paseíllo por primera vez al año siguiente. Lo ganó su abuelo en los sesenta y su padre a principios de los setenta. Ahora es el nieto el que lo recibe. Luego comienza la corrida y Cayetano vuelve a bordar el toreo sobre el albero como el año anterior, pero esta vez la espada le priva de las 2 orejas. Su idilio con Málaga continúa…

http://www.youtube.com/watch?v=u98Y3kHs6Tc

El Espinar

El Espinar es un pequeño pueblecito de la Sierra de Guadarrama segoviana al que se conoce con el sobrenombre de “la puerta de Castilla y León”. El calor seco de estos días contrasta, según cuentan los lugareños, con su crudo invierno. Su término municipal abarca varios núcleos urbanos entre los que se encuentra Los Ángeles de San Rafael, donde se ubica el hotel que elegimos para alojarnos, a unos 10 minutos de El Espinar.

En la plaza del ayuntamiento, por la mañana, decenas de ciclistas que conmemoran el vigésimo aniversario de la fundación de su club, se entremezclan con vecinos alegres y bulliciosos en busca de diversión, dándole una nota exótica a las fiestas patronales. Al pasar por allí, uno se imagina que podría encontrarse en la plaza principal de cualquier pueblo de provincias de Castilla en donde ayuntamiento e iglesia se disputan el protagonismo en el epicentro social de la vida local.

En cuanto a la plaza de toros, pequeñita y de piedra, resulta muy coqueta. Hay mucho ambiente, casi lleno. En el patio de cuadrillas, el empresario, Ángel Gallego hijo, a través de una pequeña broma, me hace notar que conoce de la existencia de este blog, entre ruborizado, sorprendido y orgulloso, me quedo con las ganas de preguntarle que cómo se había enterado…por allí pulula también Luis Vega, gran fotógrafo abulense, con sus eternas sandalias, siempre pegado a su cámara. Suenan los clarines y comienza la corrida. A Cayetano se lo ve bien, motivado, dándole importancia a cada movimiento, a cada pase...pero su cabeza seguramente que ya esté soñando trincherazos en Málaga…

Gijón segundo día

El segundo día en Gijón, la corrida comenzó con amenaza de lluvia y una ligera niebla. Cayetano se encontró muy a gusto con su segundo toro y la espada le privó de cortar las orejas. El Cordobés, en su primero, tropezó con el capote y resultó cogido. Le hicieron un torniquete y siguió toreando. Tras acabar la faena, pasó a la enfermería, lo operaron, le pusieron un drenaje y, en contra de los consejos médicos, salió a matar a su segundo toro. Luego tuvo que pasar nuevamente por la enfermería para que lo volvieran a intervenir.

Tras la corrida, cenamos en el hotel y partimos camino de El Espinar.

sábado, 15 de agosto de 2009

Nuevamente en marcha

Me hubiera gustado escribir algo estos últimos días pero la verdad es que anduve cortito de tiempo. Por empezar donde lo dejé, contaros que los dos días de campo fueron muy provechosos. El martes estuvimos tentando en lo de Carmen Segovia, en Moralzarzal (Madrid), y el miércoles fuimos a lo de José Vázquez, en Guadalix de La Sierra (Madrid), a matar un novillo y un toro. Todavía convaleciente de su enfermedad, se encontraba un poco falto de fuerzas pero, en general, estuvo a gusto delante de los animales.

Así es que el 12, en lo de José Vázquez, se tomó la decisión de reaparecer el viernes 14 en Gijón. A partir de ese momento se pone toda la maquinaria en marcha: Avisar a la cuadrilla, al empresario de la plaza, reconfirmar hoteles, fijar hora de salida...

Y aquí estamos, en Asturias, cambiando por un par de días el intenso calor de Madrid por el fresco verano del norte (hay incluso amenaza de lluvias).

Mucho ambiente ayer en la plaza (estaba prácticamente llena) y hoy las expectativas son similares. Lo importante es que el torero se encontró bien toreando, acusando muy poco el parón.

Ayer, después de la corrida, nos fuimos todo el "equipo" a cenar juntos a "La Tortuga", en Tazones, pintoresco pueblecito marinero cercano a Gijón. Buen pescado y mejor marisco y, por supuesto, sidra muy bien escanciada. Teníamos intención de ir luego a ver los fuegos artificiales a la playa de San Lorenzo antes de regresar al hotel, pero se nos hacía un poco tarde y hoy había que “currar” nuevamente. Queda pendiente para otro año...

Quería despedirme contando una anécdota: Me llamó esta mañana desde Málaga nuestra buena amiga Fina (algunos ya la conocéis. Otro día hablaré de ella porque el "personaje" bien merece unas líneas) para comentarme que allí se rumoreaba anoche que a Cayetano le habían tenido que atender en la enfermería de la plaza de Gijón después de su primer toro y que no torearía en Málaga el próximo lunes. Pues bien, la explicación es muy sencilla: como se encuentra bajo de defensas y, por tanto, muy susceptible a los enfriamientos, me pidió que estos días lleve una camisa adicional a la plaza para cambiarse después de su primer toro y así no esperar sudado hasta su segundo. Y entendimos que no quedaba muy decoroso hacer la "operación" en medio del callejón. ¿Aclarado el tema?

martes, 11 de agosto de 2009

Varados en Sevilla

Es casi un axioma en el mundo del toro, que los toreros, en Agosto, donde deben estar es en las plazas. Yo añadiría que no lo es menos que, a nosotros, por unas razones o por otras, siempre, por estas fechas, nos toca parar unos días (¡os quiero ver a todos los supersticiosos tocando madera ahora mismo para que esto no vuelva a ocurrir!). Otros años fueron cogidas (gajes del oficio), este año una enfermedad.

La cuestión es que, nuestro torero, comenzó a sentirse mal el domingo por la noche y el lunes lo ingresaron en la clínica Sagrado Corazón de Sevilla. El martes por la mañana, Curro Vázquez (el apoderado) y yo nos cogimos un Ave desde Madrid. Se ha hablado de neumonía, de un fuerte enfriamiento…el caso es que, entre mucha fiebre, vómitos, tos, antibióticos y pruebas, estuvo ingresado hasta el viernes pasado.

Curro y yo montamos el cuartel general en un hotelito cercano a la clínica y de ahí nos dábamos 2 ó 3 paseos diarios hasta el Sagrado Corazón para ver como iba evolucionando el torero. Ya os podéis imaginar Sevilla en Agosto: calor abrasador y ni un alma en las calles salvo algún “gorrilla” aburrido en la puerta del Hospital “Vírgen del Rocío” (pasábamos por la entrada cada vez que íbamos camino de la clínica). Hay un tramo de la calle Manuel Siurot que, os puedo asegurar, lo podría recorrer con los ojos cerrados de memoria. No exagero. Si queréis un día hacemos la prueba ;-))

La crónica de un día cualquiera de la semana pasada en Sevilla podría ser la siguiente: desayunar en el hotel por las mañanas, paseíto por Manuel Siurot hasta la clínica a ver cómo evolucionaba el enfermo, al mediodía a comer algo y a descansar al hotel (¿qué se puede hacer en Sevilla a esas horas en Agosto?). A media tarde vuelta a la clínica de visita, luego a cenar y al hotel nuevamente a dormir hasta la mañana siguiente. Eso sí, durante unos días debo haber sido la persona más informada de España: por las mañanas arrasaba con todos los periódicos que había en el lobby y a la hora de la siesta, tumbado en la cama con el aire acondicionado a tope, me los devoraba. Lo mismo da que fueran locales que de ámbito nacional o deportivos. Sólo una excepción, los económicos, que no puedo con ellos. Lo que hace el aburrimiento…

Allí estuvo pendiente de nosotros mientras pudo, nuestro buen amigo Poli Gallardo. Con él compartimos Curro y yo, aparte de horas de hospital, alguna que otra tertulia pos-cena de lo más interesantes.

Por quedarme con algo positivo, destacaría dos cosas: Las comidas en el “Mara” (“caedero” habitual nuestro cuando estamos por Sevilla. A pocos metros del hotel y cerquita del campo del Betis, para situaros. Muy buen pescado y marisco) y los paseos de vuelta de la clínica al hotel por las noches oliendo a jazmín y azahar…


El caso es que ya le dieron el alta para que siguiera la recuperación en casa y el domingo nos subimos a Madrid. Todavía se encuentra muy débil (es normal después de tantos días con fiebre muy alta y de haber estado atiborrado de antibióticos), pero ya sabéis que los toreros “están hechos de otra pasta” y quiere reaparecer cuanto antes. Esta tarde va a tentar unas vacas, mañana quiere ponerse delante de un toro y, si todo va bien, el viernes reaparecía en Gijón.

En el camino se han quedado Palma de Mallorca, El Puerto de Santa María y San Sebastián. ¡Que todos los problemas sean éstos! Ya os iré contando.

En fin, esta fue la crónica de unos días de Agosto que pasamos “varados en Sevilla”…

sábado, 8 de agosto de 2009

Remy J. López

Es tal el mimetismo de Remy con su obra que, cuando te encuentras delante de él por primera vez, tienes la sensación de estar ante una figura emergida de uno de sus lienzos. Siempre de negro, de trazos sencillos y aspecto frágil, al verlo, uno piensa que el desarrollo de un estilo propio debió ir parejo al modelado de un personaje a la medida.

Conocí a Remy hace ya algún tiempo, en Cuenca, a donde él había llegado varios años atrás procedente de La Roda (Albacete) en busca de su propio destino. Esa noche, entre copa y copa, conversamos de pintura, de toros, de proyectos…y ya bien entrada la madrugada, me llevó a su casa-estudio. Todo era un poco surrealista, empezando por el acceso a la casa, a través de un bar de copas ("suelo trabajar de noche, así que no me importa el ruido").
Había que atravesar el local entero y, al fondo del mismo, unas escaleras servían de entrada a la casa-estudio que ocupaba las 3 ó 4 plantas que tenía el edificio. A medida que avanzábamos ascendiendo por ese “desorden ordenado” que era su hábitat, me iba mostrando cuadros acabados, cuadros por terminar, esculturas hechas con materiales reciclados, el tomo del Cossío (la biblia del toreo) en que él ha quedado inmortalizado, me habló de su "obsesión" por las maletas…y confundida con todo ese despliegue de arte, su cama, como una obra de reciclaje más.

Luego nos hemos vuelto a ver en varias ocasiones: Cuenca nuevamente, Madrid… y la penúltima vez en Granada, hace unos meses, en donde se había instalado un año atrás continuando con la búsqueda de su propio destino. Caminamos desde su casa en la Gran Vía hasta Puerta Real y, tomando un café en el antiguo Suizo*, me volvió a hablar de toros, de pintura y de su idea recurrente de cambiar nuevamente de aires (“aquí he tocado techo, no puedo crecer más”).

Días atrás, coincidiendo con que toreábamos cerca de Granada, nos volvimos a encontrar. Estuvimos tomando una copa en el Eshavira (¡cuánto tiempo sin entrar aquí!), en la zona de calle Elvira. Su idea de cambiar de aires se había afianzado (“cuando llegue el otoño, porque todavía tengo compromisos que cumplir aquí”). Estaba feliz, contento, ilusionado…

La temática de sus cuadros gira en torno a dos pilares fundamentales, la tauromaquia y el flamenco, pero tiene otras líneas entre las cuales hay una por la que siento especial debilidad: el Jazz. Pues bien, esos nuevos proyectos quizá le lleven más cerca de Bourbon Street que de la calle Alcalá.

Desde esta orilla, estaremos pendientes. ¡Suerte maestro!


*El Suizo era un clásico café de fines del S. XIX y principios del S. XX. Lugar de reunión de Lorca y toda la intelectualidad granadina de su época, yo, que cuando lo conocí, ya en su etapa de decadencia, todavía conservaba el glamour y la solera de otros tiempos, me niego a llamarlo Café Häagen Dazs. ¿me entendeis, no?



jueves, 6 de agosto de 2009

El "Ramírez"

Bajando la calle del doctor Oloritz dirección a la estación de trenes, a pocos metros de la maestranza granadina, en la acera de enfrente, nos encontramos con el “Ramírez”. Lugar de cita pre y pos corrida, los días de festejo, durante el Corpus, nos podemos sentir unos privilegiados si conseguimos mesa libre o un hueco en la barra.

Una escultura en bronce de un toro a tamaño natural y un capote de brega nos reciben en la entrada advirtiendo a los foráneos despistados qué les espera en su interior: es absolutamente imposible descubrir un espacio en sus paredes que no esté cubierto por un cuadro, una foto o un cartel de temática taurina o flamenca.

Hoy no es día de Corpus, ni mucho menos de corrida en Granada y, por tanto, sus alrededores no bullen de gente. Es una calurosa noche de fines de Julio en que, aprovechando que hemos toreado en la vecina Atarfe, nos parece una “descortesía” no pasar a saludar.

En la puerta nos da la bienvenida Ramírez, hombre bonachón y voluminoso que, como siempre, nos tiene preparada una mesa. Hoy la diferencia no es tanta, pero los días de corrida, llama la atención el contraste entre la tranquilidad que se respira en el salón del subsuelo que nos reserva a las cuadrillas con el ambiente festivo y bullicioso del resto del local.

Cenamos relajadamente (¡qué buena la carne!) mientras comentamos algunas de las fotos que nos rodean (preponderantemente del Fandi) y al “cochecuadrilla” de regreso a casa.

sábado, 1 de agosto de 2009

Atarfe

El “Coliseo de Atarfe” pasa por ser la primera plaza de toros cubierta de Andalucía. Edificio moderno y bonito por fuera, su interior, aparte de la singularidad de la cubierta, tiene las características de cualquier plaza de nueva construcción: callejones espaciosos con suelo de cemento, tendidos cómodos con suficiente espacio entre fila y fila…

Esa tarde tenía la particularidad de que Cayetano toreaba por primera vez con Ortega Cano, veterano torero que se ha retirado y vuelto a los ruedos una, dos…uff…bueno, en varias ocasiones y que, en su momento, llegó a compartir cartel con su padre.

Por la mañana, a la hora del sorteo en la plaza, Pedro Chicote, torero granadino hoy reciclado en empresario taurino y comentarista televisivo* y felizmente casado con la cantaora albaycinera Marina Heredia, nos facilita tanto a Mozos de espadas como a banderilleros y apoderados mucho nuestro trabajo (no sabéis lo que esto se agradece).

La oferta hotelera es bastante escasa en Atarfe. Esto unido a que la capital granadina está tan solo a 10 minutos, hace que los tres toreros del cartel “se vistan” allí.

La Granada de fines de Julio luce desértica a las seis y media de la tarde cuando nos montamos en la furgoneta camino de la plaza. Avanzamos por la Gran Vía y, al detenernos en un semáforo a la altura de los Jardines del Triunfo, un panel elctrónico nos informa de lo que ya nos temíamos: ¡44 º C! “Debe estar todo el mundo en la playa en Almuñécar”, comenta alguien. Como muestra, un botón: a la plaza siempre llevamos una nevera con 6 botellas de plástico de 1,5 litros. Esa tarde nos quedamos cortos. Para colmo, cuando llegamos a Atarfe, no habían abierto todavía la cubierta para que entrara un poco de aire y aquello parecía una sauna.

Luego, el paseíllo. Y lo demás, en otras páginas…

*Debido a lo devaluado que se encuentra hoy en día el término “comentarista televisivo”, creo necesario aclarar en defensa de Pedro Chicote y para que nadie piense que lo que pretendía yo era insultarlo, que él es comentarista…taurino. Queda dicho. ;-)