"La Mezquita" y José Fuentes

El viernes pasado partimos camino de Atarfe (Granada). La hora de salida de los viajes se suele programar en función de ciertas variables: la distancia al destino, las horas punta de salida de Madrid, dónde parar a comer o cenar…

Con respecto a esto último, hay un lugar en Guarromán (Jaén), en el que no puede dejar de hacer un alto cualquier cuadrilla que se precie en la ruta hacia el sur por la A 4: “La Mezquita”. Si el cruzar Despeñaperros supone la constatación física de que hemos entrado en Andalucía, la constatación afectivo-sentimental de ello no se produce hasta que uno no pone un pie fuera de la furgoneta en Guarromán, siente en la cara los 45 º C del seco verano jienense y entra en “La Mezquita” donde te recibe, como siempre, Paquito Haro con su eterna sonrisa.

Nunca falta de aperitivo un tomate “picaíto” con sal gorda y aceite de oliva de la zona. ¡Buenísimo!

Sus paredes, repletas de fotografías taurinas y carteles con sabor añejo, constituyen un auténtico museo visual de la tauromaquia. Lugar de paso de todo tipo de taurinos, recuerdo un mediodía, camino de un tentadero, cuando Cayetano todavía no había debutado y era sólo un proyecto (¡y qué proyecto!), que coincidimos allí con un José Tomás que llevaba un tiempo retirado, con el pelo largo y ensortijado y barba de varios días, tomando algo en la barra con un amigo antes de continuar viaje.
El Viernes, a mitad de la cena, apareció por allí el maestro José Fuentes. Lucía mejor aspecto que otras veces. Atravesó el salón muy despacito, cogió una silla, se sentó a nuestra mesa, pidió un whisky con soda y, mientras nosotros acabábamos de cenar (con agua, todo sea dicho), nos deleitó conversando de toros con ese saber enciclopédico y ese tono pausado que tienen los toreros viejos.

Hay en “La Mezquita” una rincón que Paquito Haro ha consagrado exclusivamente al maestro Fuentes, ahí están, resumidos en viejas fotos en blanco y negro, los momentos más destacados de su carrera (¿sabéis que fue el padrino de alternativa del maestro Curro Vázquez?...los dos de Linares, los dos tan distintos…)

Nosotros acabamos de cenar y nos levantamos para continuar viaje hacia Granada y allí dejamos al maestro saboreando su whisky. Despacito, con mucho temple…

Julio

Julio es, taurinamente hablando, el mes más tranquilo del verano. Salvo Pamplona y Burgos a principios, y Santander y Valencia (San Jaime) a finales, Julio discurre plácidamente; es una época propicia para que tanto torero como cuadrilla se tomen un pequeño respiro para recuperar fuerzas, disfrutar un poco de la familia y así afrontar con ganas la parte más intensa y dura de la temporada: Agosto y Septiembre.

¡¡Vamos allá!!

Hoy, 20 de Julio de 2009, se conmemoran 40 años de un hito histórico: la llegada del hombre a la luna. Pues bien, 40 años después, creo yo que ya va siendo hora de que alguien tome la iniciativa y dé otro “pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”, que diría Neil Armstrong (no confundir con el ciclista), y es por ello que me he decidido a abrir este blog llamado a cambiar para siempre el curso de la historia.

¿A quién va dirigido? Pues fundamentalmente a mí (para en un futuro tener memoria de “las pequeñas cosas”, de la intrahistoria de una etapa fascinante de mi vida); en segundo lugar, a mis amigos y familiares “de las 2 orillas” para que, al menos a través de este medio, tengan noticias mías y de mi forma de vida actual y así, de alguna manera, sepan comprenderla mejor y perdonarme el tiempo compartido que les hurto, las llamadas no devueltas y los mensajes respondidos a destiempo (qué os voy a contar); y, en tercer lugar, está abierto a todos aquellos curiosos que quieran acercarse a este fascinante y absorbente mundo a través de una de sus tantas carreteras secundarias.

Una aclaración, no es mi intención contar “los resultados” de cada tarde ni dar noticias estrictamente taurinas (para eso ya está la prensa especializada). El que entre buscando eso seguro que se va a decepcionar, el que no…cabe una mínima posibilidad de que no ;-)))

¿Por qué lo hago? Pues por pura diversión, porque me apetece y, como ya he dicho antes, por compartir ciertas vivencias de esta etapa de mi vida fundamentalmente con familiares y amigos y, de paso, con todo aquel que, de buen grado, quiera acercarse a este “libro de ruta”

¿Qué periodicidad tendrá? Ninguna en especial, quizá un día haya tres entradas y una semana entera ninguna. El ritmo lo irán marcando las circunstancias, el trabajo, el tiempo disponible y, sobre todo, el que haya algo interesante que contar y las ganas de escribir que tenga.

¿Cuánto durará? Hasta que me aburra o no haya nada que contar.

Para ir concluyendo esta primera toma de contacto, una pequeña reflexión: ¿Quién podía intuir hace más de doscientos años, cuando Pedro Romero sentaba las bases del toreo a pie mientras Goya dejaba constancia de ello sobre un lienzo, que, más de doscientos años después, este arte tan bello, tan efímero y tan imprevisible de la tauromaquia en el que un hombre se juega la vida delante de un toro, la inteligencia contra la fuerza bruta, con sus lógicas transformaciones, seguiría existiendo en un mundo como el de hoy y conviviendo con profesiones tan fantásticas en aquel momento como la de astronauta y medios tan inverosímiles como internet? Aquí estoy yo, una calurosa tarde de mediados de Julio, en Madrid frente a un ventilador, recordando a Pedro Romero en el día que se cumplen 40 años de la llegada del hombre a la luna; en unos instantes le daré al botón de “publicar” y este mensaje que contiene su nombre estará en segundos disponible en cualquier rincón del planeta a la misma hora que un chaval es sacado en hombros en un pueblo de Ciudad Real o de Cádiz como hace 200 años.

Decía ese gran "filósofo" del toreo, y sobre todo de la vida, que era Juncal: “Todo gira en el mundo alrededor de los toros: los músicos existen pa’ inventar pasodobles toreros, los poetas pa’ cantar a los toreros, los médicos pa’ curar a los toreros, los arquitectos pa’ construir plazas de toros, los pintores pa’ pintar toreros y las mujeres…pa’ querer a los toreros”. Genio y figura. Qué pena que ya no esté pa’ preguntarle ¿pa’ qué coño sirven los astronautas?. Seguro que él nos lo hubiera explicado…

En fin, está bien, quizá haya exagerado un poco con aquello que decía al principio de que este blog será el nuevo “pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”, al fin y al cabo no me veo yo dentro de 40 años siendo recibido como hoy Armstrong, Aldrin y Collins por la primera presidenta afroasiáticoamericana, lesbiana y musulmana de EEUU en la Casa Blanca. Me conformo, que no es poco, con pasar un buen rato escribiendo unas líneas y poder compartirlo con quien por aquí se quiera acercar.

Ah, y no asustaros, que las siguientes entradas serán más cortas. Prometido.