La puerta de la habitación de un torero marca una barrera infranqueable entre dos formas de tensión. Una explícita y otra implícita. El ritmo frenético que se desata por la mañana desde que abandono el hotel camino de la plaza, es un “rayo que no cesa” hasta que traspaso por la tarde, a la hora de vestir al torero, esa “línea roja” que supone la puerta de su habitación. Entonces, el ruido y el barullo, dejan paso al silencio y la calma tensa, los movimientos rápidos y bruscos, a los lentos y ceremoniosos, la multitud, a la soledad, el exceso de luz, a la penumbra… y el teléfono se convierte en un amante despechado, al que trato de ignorar por un rato y que, celoso, no para de vibrar en mi bolsillo, recordándome que, ahí afuera, el mundo sigue girando y que “arrieritos somos y en el camino nos encontraremos”…
3:30 pm., Jesús, el chófer de la cuadrilla, o simplemente “el tío” como le llamamos cariñosamente, me deja en el hotel del torero. Subo a “despertarle” y, mientras se ducha, voy “montando” la capilla y la silla - hoy, por la lejanía del hotel y el tremendo ajetreo, no he tenido tiempo de venir a hacerlo al mediodía - . Al finalizar, abro la ventana, un añejo olivar se extiende en primer plano y, a lo lejos, inexpugnable sobre su balcón de piedra, se asoma Ronda.
Mi mente viaja 500 años atrás, cuando esta ciudad, antes fenicia y romana, se llamaba Arunda y era árabe. Un hombre ensimismado pasea entre estos mismos olivos soñando despierto. Anhela pisar algún día sus calles y comprobar con sus propios ojos si realmente es tan bella como cuentan los viajeros. A la luz de una luna llena, su abismo de roca, muralla natural, toma el color ceniciento de los muros de una catedral. Esa imagen quedará grabada en su retina y quizá por ello, cuando días más tarde “entre” en la ciudad, mandará levantar una iglesia que posteriormente será consagrada al Espíritu Santo. Se llamaba Fernando y era “Católico”. El año, 1.485. Se llama Cayetano y es torero. El año, 2.009. En poco menos de una hora, nosotros también partiremos, a través del serpenteante camino que asciende, a la “conquista” de Ronda.
El torero ha acabado de ducharse, antes de afeitarse, se asoma un instante a la habitación. “Creo que se me ha olvidado torear”, dice nervioso. Buena señal, pienso. Eso mismo ya lo dijo antes de su debut con picadores, de su la alternativa y de su confirmación en Madrid. Vamos por buen camino.
El traje goyesco luce radiante sobre la silla después de un año a la sombra de un armario. Entra en la habitación Emilio “Caracafé”. Como ya hiciera hace un par de años en Valencia (Venezuela), Cayetano le ha pedido que viniera a tocarle “por soleares” mientras se viste. Hay un segundo invitado especial, Pedro Piqueras, excelente periodista, gran persona y muy buen “aficionado”. Comienza “la ceremonia”, sólo la guitarra de Emilio, con su quejío desgarrado, rompe el silencio. Primero los leotardos y las medias, luego las ligas y la taleguilla. Emilio sigue acariciando su guitarra desde un rincón mientras Pedro observa mudo desde otro. Cada uno cumple escrupulosamente su papel para no romper la magia del instante. El olivar continúa ahí afuera, resplandeciendo a la luz de Septiembre. Y Ronda… Ronda a lo lejos, esperando nerviosa como un novio en el altar. En ese momento me siento un privilegiado. Tantas horas de campo en el frío invierno, tantas horas de carretera, de soledad fuera de casa sin ver a los amigos ni a los seres queridos... todo, todo ese sacrificio, pienso, cobra sentido en un instante como éste. Ya sólo falta que en la plaza embista un toro.
4:30 pm. Hora de partir…
Estado de Alerta: Aute
Hace 4 años
Hola Ramiro, de verdad que estoy sorprendia con lo que nos has contado hoy, tu si que eres un privilegiado, por estar ahí, por vivir todo con esa intensidad, y por esos momentos tan intensos, gracias por compartirlos.
ResponderEliminarNo tardes mucho en entrar a contarnos la hora de partida por favor, que ganas que tengo, nos has quedado con la miel en los labios.
Besos.
Uff, es que se me ponen los pelos de punta sólo de intentar imaginar esa situación. No sabes lo que me encantaría algún día ser un testigo mudo de ese ritual. Tiene que poner los pelos como escarpias. Y, con lo del jueves, ahí me has pillado, Ramiro. Ya te la devolveré, porque yo las apunto.
ResponderEliminarHe estado pensando que ¿cómo se pueden templar los nervios en un momento como ese, una fecha tan señalada y un lugar tan especial para el MAESTRO, y sin duda para ti?,me imagino que tiene que ser muy dificil, aunque el sonido de la guitarra,tiene que ayudar a serenarse un poco pero en fin,creo que son pocos los que lo consiguen entre ellos estais vosotros sin duda.
ResponderEliminarUn saludo
Ramiro que bonito has contado el vestir del torero, supongo que será parecido a un espacio donde todos meditan y ninguno habla, no sé, me lo imagino así ...lo mas problable es que esté equivocada, aunque mi padre tambien le ha cantado a algun torero mientras se vestía, yo aun no lo he vivido, pero me ha dicho que son sensaciones dificiles de olvidar.
ResponderEliminarFelicidades por el trabajo que haces.
Muy buena descripción del momento, me he sentido aludida y supongo q un montón d gente más cuando te vibra el móvil: "Ramiro xfa un encargo!!!" jejejeje...q inoportunos somos a veces. Bss y nos vemos el sábado en Barna, esta vez tengo entradas sin problemas Q ALEGRÍA!!!! Y Q TRANQUILIDAD!!! A.Mayo
ResponderEliminarQue bonito Ramiro!, ciertamente la descripción del momento es increible, ufff algo muy intenso seguro. Es cierto que todos esos meses en el campo y esos kilometros de carretera merecen la pena por momentos como ese.
ResponderEliminarGrande, grande Caracafé.
Y Ronda.... es algo muy grande.
Un abrazo fuerte
que intenso, es bonito saber apreciar situaciones especiales, mucho de nosotros nunca viviremos una cosa así y muchos de los que lo viven no se si sabrán sentirlo como tu, pero dudo que contarlo y transmitirlo a los demas, un placer leerte como siempre y un placer pertenecer a esos tres puntos suspensivos que dejas en estas letras,solo son tres pero en ellos seguro que nos vemos reflejados muchos y nos sentimos alagados por ello
ResponderEliminarMe encantan estos comentarios,entran en la intimidad con sumo respeto y sin entrar en el morbo,has definido todo muy bien y yo me quedo con esa mezcla de Aragón con su rey,Ronda con sus paisajes y sus gentes y Cayetano madrileño,rondeño, sevillano.
ResponderEliminarPor cierto me encantaría habría mas Pedros Piqueras y mas Josés Ribagorda,son los únicos periodístas "no taurínos"que siempre hablan de toros en sus informatívos.
Jesús el chófer,buena persona tambien.
UN ABRAZO A TODOS Y MUCHA SUERTE EN BARCELONA
Buenas Ramiro, por casualidad he llegado a tu blog y la verdad, me ha encantado. Cómo describes todo, cuántos sentimientos... Seguiré en contacto contigo mediante estos maravillosos comentarios que haces. Enhorabuena y a seguir así.
ResponderEliminarUn beso grande de una vieja amiga malagueña
Mónica
Al leer la descripción que haces de ese momento tan especial y, de tantos otros que vives a diario,he pensado,(como diría Josep Mascaró " el abuelo de Coca-Cola")que eres "un suertudo", por ser parte de esas situaciones tan mágicas en tu día a día y, especialmente, por sentirlas como tú lo haces, ya que finalmente, eso es lo que cuenta, el sentimiento de los buenos momentos vividos,es lo más importante!y, por supuesto, estoy de acuerdo contigo, siempre compensan cualquier sacrificio realizado para llegar a vivirlos y sentirlos.
ResponderEliminarTe confieso que me gustaría "subir" a un "cochecuadrilla físico", al menos por unos días, para disfrutar de esas experiencias tan intensas que vivís, mientras espero el día, por si llega, me quedo en el tuyo, para mí el mejor!
Te deseo muchos buenos momentos como éste,que has querido compartir con nosotros, gracias Ramiro!
Un beso
FJL
Hoy he leido casualmente, una frase célebre que dice así: "El más largo aprendizaje de todas las artes es aprender a ver" Gancourt. Y me ha recordado algo que comentaba Imanol en "tu nota" de Cuenca con lo que estoy totalmente de acuerdo, que es el hecho de sentirse afortunado por poder ver ese arte, saber apreciarlo y sentirlo, aunque igualmente, respeto a todo aquél para el que el toreo no sea una expresión artística, pero yo me siento una privilegiada cada vez que lo siento, igual es una suerte sólo al alcance de algunos como tantas otras...
ResponderEliminarUn beso
FJL
Hola Ramiro
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog, es muy bonito todo lo que escribes, se ve que te sale desde el corazon. Eres un gran afortunado por poder compartir esos instantes tan especiales de los que hablas, las ilusiones, los viajes y los triunfos con dos grandes toreros y mejores personas como son Cayetano y Curro.
Me encantaria que un dia nos hablaras un poquito de el dia de la confirmación en Madrid que Cayetano estuvo grandioso.
Muchas gracias Ramiro por contarnos tus vivencias tan bonitas.
Un abrazo y mucha suerte!
............y?????????
ResponderEliminarMJ
Menenval: Muchas gracias por tus palabras. Lo de la guitarra fue una cosa excepcional para un día excepcional. En cuanto a lo de los nervios, forman parte de esta profesión y, aunque no se puedan evitar, al menos uno trata de aprender a "engañarlos".
ResponderEliminarImanol: Todo se andará, lo digo por las dos cosas, lo de la habitación y lo del jueves (a ver si así redimo parte de mis culpas)
Carol: No creo que haya reglas en cuanto al tema hablar-no hablar a la hora de vestirse salvo el respeto y la prudencia. Supongo que todo depende del día y del momento. Por cierto, es que tu padre es cantaor? Ya me contarás...
Mayo, tú estás entre las prudentes ;-)No recuerdo que me hayas llamado cuando ya estaba en la habitación del torero...o sí?? ja,ja!
Juanlu, Ronda y Caracafé...muy grandes los dos.
Malena, Piqueras y Ribagorda, excelentes profesionales y grandes "aficionados"...ojalá hubiera más como ellos.
Mónica, ¡Qué sorpresa! ya me contarás cómo llegaste por "casualidad" hasta el blog.
FJL, muy bellas tus palabras. Hago mía esa frase de Gancourt (no es Goncourt?). Totalmente de acuerdo con él.
Anónimos: En cuanto al tema de la confirmación, el invierno es muy largo, así que habrá tiempo de hablar de ello. Buena sugerencia. "Tomo nota".
Y al anónimo que se ha sentido "aludido" por los puntos suspensivos, tomo prestado un verso de Sabina para responderte: "Lo peor del amor es cuando pasa/cuando al punto final de los finales/no le siguen tres puntos suspensivos" ;-))
Majocu, ya hay nota nueva!!
Como siempre, gracias a todos por vuestras palabras!!!
Besos y abrazos!!
En casa cantamos todos, unos mejor y otros peor! mi abuelo ha sido cantaor y mi padre ha cantado mucho con él, nunca por espectaculo, para nosotros ó gente conocida, algunos toreros que lo conocen sí que lo han llamado alguna vez porque saben que es muy aficionado y ha vivido alguna fiestecilla tanto con Coronel padre como con el hijo jajajaja, ya sabes tú que a los toreros les ha gustado mucho una fiesta flamenca...
ResponderEliminarUn besito chico y sigue escribiendo...esto va genial!
Tienes razón Ramiro!es Goncourt! Jules de Goncourt..con estas prisas al escribir, no me extraña que bailen letras y a veces incluso falten o sobren comas y tildes...sorry! ;)
ResponderEliminarMe ha encantado tu nueva nota,como todas!
Besos
FJL