Domingo,
20 de Marzo de 2016
El
lunes pasado, estando en el campo, un amigo que nos acompañaba esos días -
Cohete – recibió un mensaje de una conocida suya de Valencia – Amparo - en el teléfono. En él le contaba que una
pareja de amigos le había puesto a su hijo de 4 meses el nombre de Cayetano
por la admiración profesada.
También
le contaba en el extenso y detallado texto que tenían todo organizado a
través de un empleado de la plaza de toros para que el día que toreáramos nosotros allí – hoy domingo – pudieran acceder al patio de cuadrillas para que los dos
Cayetano se fotografiaran.
Pero
hace unos días, durmiendo el niño en medio de sus padres en la cama matrimonial,
sufrió una especie de “muerte súbita”. El papá, por esas impagables casualidades
de la vida, se despertó en ese justo momento y, al darse cuenta, trató de reanimarlo mientras
la madre llamaba a urgencias.
Cayetano
entró en coma y fue trasladado al hospital con mínimas esperanzas de vida. No
podrá estar el domingo en la plaza, le comentaba Amparo a nuestro amigo y, lo
peor de todo, ni siquiera se sabe si sobrevivirá.
Cohete
le trasladó la historia al torero y éste, sin decir nada como manda su introversión,
archivó todos los datos y comenzó a procesar. Ayer sábado adelantó el viaje en
AVE de Madrid a Valencia y le pidió a nuestro amigo común, que también iba a
Valencia, que avisara a los padres de que pasarían esa misma tarde por el
hospital.
La
visita no debió durar más de media hora y no seré yo el que contribuya al
morbo. Sólo diré que fue un encuentro emotivo en que Cayetano se quitó una de
las pulseras que transmiten energía positiva que lleva en su muñeca y la ató a
la del niño mientras que los padres, para corresponder, le entregaron una
medallita para su particular capilla taurina formada sólo por objetos
regalados.
Por
la noche, después de cenar, me pidió que subiera un instante a su habitación y
allí a solas y ajeno yo a la visita de esa tarde, me confió aquel objeto y me encomendó que al día siguiente, al montar la capilla, lo pusiera en el rinconcito
que reservamos a las cosas muy
especiales.
No pregunté el por qué pero intuí que
algo extraordinario había detrás de aquel “amuleto”.
Hoy, antes de iniciar la faena de muleta a su segundo toro, me pidió
la montera, le hizo una señal al cámara de Canal Plus – se televisaba en
directo la corrida – para que le siguiera, eligió un lugar alejado de todos los que
estábamos en el callejón e hizo un
brindis que pudo escuchar toda España menos los allí presentes.
Cosas
de Dios, energías positivas o simples casualidades de la vida, el caso es que hoy mismo el niño, contra todo pronóstico, ha abierto los ojos y ha comenzado a
tocarse la muñeca al notarse algo extraño. Estaba despertando del coma.
Cayetano brindando a su tocayo Cayetano |
Cayetano a hombros en Valencia. Fuente: Internet. |
El
cochecuadrilla sonríe y seguirá pendiente de su evolución…
Escribo este comentario antes de apagar la luz de la mesilla de noche.Cuando"duerme"aparéntemente la ciudad,el pueblo...
ResponderEliminarSi te soy sincera,me he emocionado mucho leyendo esto,y viendo las imágenes del"brindis" al bebé.Han aflorado las lágrimas,la verdad,y se me ha puesto un"nudo"en la garganta.
A veces,la vida golpea sin piedad,y a menudo,al más inocente.Eso nos hace valorar cada instante,cada segundo que nos saca una sonrisa,dándole el valor de una eternidad.
Yo que soy creyente,creo que Dios,la fe,y me atrevería a decir,incluso Cayetano al transmitir al bebé la fuerza de su corazón,puso su mano...y el Maestro la pulserita de su mano.
A veces,cuando uno pone el corazón,sin egoísmos,con fuerza y pureza,Dios responde...
Bendito sea el niño,que Dios le de mucha salud,y lo cuíde.
A Cayetano,decirle,que bendito el gesto que tuvo también,de ir a verle y ponerle su pulserita con tanto cariño y fe.Tiene que sentirse orgulloso de sí mismo.Y a los papás,decirles desde el respeto,que son muy afortunados de tener con ellos a ese bebito que será siempre su alegria.
A ti Ramiro,agradecerte,que pongas esa nota de humanidad,y verdad que hoy día,a veces,excasea por el mundo.
El respeto es la base y cimiento de muchas cosas.Hay quien se tira la mitad del día mirándose el ombligo,y la otra mitad,"quejándose",o haciendo daño a otros,sin darse cuenta,que tal vez la herida del prójimo es más grande,aunque no se queje o lo grite a los cuatro vientos...humildad,empatía y respeto.
Pero no soy yo nadie para dar a nadie directrices de moralidad...
Besos para todos y sentiros orgullosos de ser ejemplo para otros muchos en ciertas cosas☺
Cuando escribí en tu entrada anterior que fué emotivo el brindis de Cayetano a Cayetano nunca imaginé que detrás de ese pequeño GRAN gesto hubiera una historia tan conmovedora. Lo ves en directo, ves emoción en sus palabras pero te quedas ahí...piensas bueno es alguien cercano al torero y son palabras de ánimo...Hoy sabemos la historia que había detrás de esas palabras y nos hace darnos cuenta de que todavía existe gente humilde, con corazón y sentimientos. Gracias a ti Ramiro por hacernos llegar estas historias que hay escondidas detrás de lo que sólo ve el público y ojalá y Dios quiera que Cayetano se recupere pronto. Ánimo para él y para sus papás.
ResponderEliminarGrande Cayetano!!
ResponderEliminarDeseando una pronta recuperación total del bebé!
Que penita,pobre bebe y pobres padres.
ResponderEliminarD.E.P cayetano y desde el cielo cuides y des mucha fuerza a tus padres y familia,que tanto te han querido