Jueves,
18 de Marzo de 2016
Hora
de comer en Las Majadillas, la finca de Pedro Trapote en la Sierra Norte de
Sevilla, nuestro cuartel general de estos últimos días.
En
la mesa alargada ya despoblada, tan sólo quedan el torero, justo en frente suya
a tan sólo unos centímetros Chano Briceño – el picador – y yo, presidiendo en
la cabecera. El resto ya se levantó para preparar las cosas. De ahí salimos a
lo de Algarra, a media hora, en Almadén de la Plata, a tentar y luego continuamos viaje hacia
Madrid, a organizar todo para Valencia.
La taleguilla secándose en la ventana de mi habitación en Las Majadillas |
Suena el teléfono del torero y al colgar comienza a llamar al banderillero y al
picador en voz alta: “Chano, Joselito, que no hace falta que lo vayáis a
recoger” Tras unos segundos sin respuesta, vuelve a insistir: “Chano, José, ¿me
oís?, que no hace falta que vayáis por él.”
José está tan lejos que es imposible que lo oiga pero Chano, delante de
sus ojos, justo en frente de él, a tan
sólo unos centímetros de sus narices desde hace media hora en que nos sentamos
a comer, no da crédito, como yo que pienso que estoy entendiendo algo mal.
Al
tercer intento del torero, el picador levanta una mano y le dice, dubitativo,
casi como pidiendo disculpas: “Estoy aquí, delante tuya”. El torero entonces, aparte
de mirarlo, de pronto lo ve. Y, superada su primera sorpresa, estalla en una
liberadora carcajada antes de preguntarle: “¿Y cómo no me has dicho nada?” “Porque
pensé que me estabas vacilando” “Sin duda tengo la cabeza en Valencia ya…”
Tentadero en Las Majadillas. De izquierda a derecha: Julio Benítez, Curro Vázquez, Joselito Rus, Cayetano y Alberto Zayas |
Por la tarde compartimos tentadero con Pablo Aguado en Algarra y continuamos para Madrid, donde llegamos ya de madrugada.
Mañana
día a contrarreloj en la capital para pasado – el sábado – poner rumbo a
Valencia…
No hay comentarios:
Publicar un comentario