viernes, 14 de mayo de 2010

Una Noche de Reyes...Sin Cabalgata

Martes, 5 de Enero de 2010

Para la gente española de mi generación, que nunca antes habíamos oído hablar de él y rara vez después volvimos a hacerlo, el nombre de Nevado del Ruiz quedará eternamente asociado a la palabra “tragedia” y a la imagen de una niña – Omayra Sánchez - de tan sólo 13 años de edad que, atrapada ya por siempre en el fango, se despedía ante las cámaras de televisión de su madre; dándonos, de paso, una lección de entereza y dignidad, hasta el último instante, que dio la vuelta al mundo sacándonos los colores como especie: en la era de la tecnología y la comunicación, en que hemos puesto hombres en la luna y satélites que predicen el tiempo en órbita, ¿cómo es posible que esa niña agonizara durante tres días sin que la única bomba de extracción de agua que había cercana llegara a tiempo? Fuimos capaces de llevar la imagen de su agonía en tiempo real y sin retardo hasta el último rincón del planeta, pero no de hacer llegar hasta su pueblo esa bomba de agua que le salvara la vida. Tenemos muchas cosas sobre las que reflexionar…

Pues bien, en las faldas del Nevado del Ruiz, y a poco más de media hora de Manizales a través de un accidentado camino, se halla el hotel Termales el Otoño que, visto con cierta perspectiva, bien pudiera confundirse con una bella aldea andina de entreveradas callejuelas; salvo por un par de “detalles”: en vez de casas precarias de ladrillo y adobe, habría que hablar de bungalows; y en vez de charcas enfangadas, de piscinas termales que se nutren de las aguas, ricas en minerales, que manan de las entrañas del volcán.

Como ya “predije” anoche, hoy nos despertamos muy temprano y coincidimos todos, poco después del alba, en el comedor. Por allí ya pululaba Luis Bolívar, que toreaba esta tarde un mano a mano con Perera. Mañana soleada, ligeramente fresca y con algo de humedad, que dedicamos básicamente a situarnos sobre el terreno, dar un paseo y maravillarnos del bellísimo paisaje andino, de escarpadas e infinitas montañas de exuberante vegetación, en que está enmarcado el hotel.

Los toros en América suelen empezar bastante antes que en España, sobre las 3 pm, así que comimos pronto y “bajamos” a Manizales a ver la corrida. El tiempo, como es habitual por estas tierras, cambió radicalmente a primera hora de la tarde. Unos negros nubarrones amenazaban con lluvia. Y aquí ,cuando llueve, aunque sólo sean 5 minutos, más que llover, se viene el cielo abajo. La imagen en los tendidos resultaba, hasta cierto punto, cómica. Como si de un acto reflejo se tratase, era escucharse un trueno y la gente correr instintivamente hacia arriba a refugiarse tras los arcos de grada. Salía el sol otra vez, y vuelta a bajar al tendido. Así durante toda la corrida. Público ascensor que lo bautizamos.

En la plaza, nos llamó poderosamente la atención el hecho de que, a pesar de que no dejan introducir en ella comestibles ni bebidas, salvo unas rudimentarias bolsas de plástico transparente rellenas de refresco que se venden en la entrada para tomar con pajita, tampoco se puede adquirir nada en su interior. Y para nosotros que, como quien dice, "acabamos de llegar" de México, esta “quietud consumista” contrasta radicalmente con el “intenso tráfico” que se “sufre” en los tendidos de La México en donde, no exagero si afirmo, se puede contar un vendedor ambulante – y de las más variadas especializaciones – casi por cada espectador. Pero hay otro dato más curioso todavía si cabe tratándose de un recinto totalmente abierto: está absolutamente prohibido fumar en su interior. Qué de contrastes en el antaño “país del narco, la guerrilla y la inseguridad”. Tan “atrasados” en unas cosas y tan “vanguardia” en otras.

La corrida transcurrió bien. En el tendido coincidimos con la cuadrilla de El Juli y con otros “viejos” conocidos nuestros, como el novillero mexicano Santiago Fausto, que lleva unas semanas toreando por aquí.

Anochece cuando regresamos al hotel. En la piscina termal que hay frente a la terraza del comedor, los huéspedes se hacinan a ritmo de ballenato haciendo caso omiso a las bajas temperaturas de esas horas. Todavía no son las 11 pm cuando los párpados ya comienzan a caerse presos del jet lag. Alguien recuerda que es 5 de Enero y propone hacer el “amigo invisible”. No había caído…y aunque no es la primera vez, qué rara se hace una noche de Reyes sin reyes, una noche de Reyes sin cabalgata…Dejaré los zapatos en la puerta, por si acaso. De ilusiones también se vive.



Plaza de toros de Manizales, mano a mano Bolívar-Perera. De izquierda a derecha en la fila de arriba: Salvador Núñez (picador de El Juli), José Antonio Carretero, Aitor Sánchez, Ramiro Curá y Álex Caballero (nuestro ayuda en Manizales). Y, en primer plano, un escalón por debajo, Luis "el castrileño", banderillero hasta la temporada pasada a las órdenes de Pablo Hermoso y en esta ocasión en América con el también rejoneador Álvaro Montes.


Reencuentro con Santiago Fausto, joven novillero mexicano, "viejo" amigo nuestro.

6 comentarios:

  1. Acabo de tener un flashback del caso de aquella niña Omayra, dios que fuerte!!! era yo bien pequeña pero lo recuerdo perfecto como un dramón que nunca entendí...me dejas muerta con que no te puedas tomar un gintonic y fumarte un cigarrito mientras ves los toros, como para que te toque una tarde coñazo, a ver qué haces!!!!

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  2. que bueno Ramiro. sin palabras.
    un beso

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  3. Me has recordado una frase: "La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices" Albert Einstein.
    Totalmente de acuerdo con él y contigo, habría que reflexionar, pero en pleno siglo XXI esa capacidad parece que no se pone en práctica...

    Eso de dejar los zapatos en la noche de Reyes sigue haciendo ilusión! qué no perdamos esa sensación!

    Me gusta ver el "cochecuadrilla" en ruta! ;)

    Un beso
    FJL

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  4. Buenas noches Ramiro,escalofriante y completamente de acuerdo en el tema Omayra,que paradoja como bien dices tantos avances y en algo tan vital que desatino.
    Referente a la noche de Reyes siguiendo con mi "punto" mala, decirte que no se si te gustó el regalo (a mi me habría encantado),pero por las fotos veo te han traido "tipin" te veo mas delgado.
    UN BESAZO Y CUIDAROS

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  5. Ramiro que tristeza niño...de veras que son imagenes tan fuertes que te quedan en la retina por mucho tiempo que pase.
    Por lo demás...que arte hijo lo del "publico ascensor" tomo nota, aunque por almeria...lo que es llover...no llueve mucho!!

    Un besote artista!

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  6. Ana, realmente impactante lo de la niña. En cuanto a lo de no poder beber ni fumar en la plaza, todavía tengo en mi memoria la imagen de la hermana de un famoso torero en el tendido, fumando nerviosa de "estraperlo" mientras su hermano toreaba.

    Anónimo, gracias!

    FJL, muy buena y muy cierta la frase de Einstein.

    Malena, sí que estoy más delgado, aunque realmente no he hecho nada especial para estarlo.

    Carol, nunca se sabe. De las 5 ó 6 corridas que nos han suspendido por lluvia en estos 5 años, 1 ó 2 han sido en Murcia y otra en Vera (Almería)! quién han dicho que allí nunca llueve?

    A todos, gracias por estar ahí!

    Besos y abrazos!

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