Sábado, 2 de Julio de 2011
10:00 am, recién llegado el cochecuadrilla a Soria para el sorteo, suena el teléfono:
-Vaya…esperamos a que acabe la corrida y se lo decimos.
-No, es urgente. Hay que decírselo cuanto antes porque tendrá que organizarse.
-Pero ponerse delante del toro, con esa preocupación en la cabeza…
-¡Tiene que saberlo ya!
Una de las funciones del mozo de espadas, por su proximidad al torero, es la de servirle de filtro y decidir, en función de las circunstancias, cuándo es el mejor momento para comunicarle según qué cosas. Pero hay veces en que la realidad impone sus propios tiempos.
-Cayetano, hay algo que debes saber…
Entonces, como en todo lo relacionado con esta profesión, hay que templar nervios, evaluar la situación, ver las alternativas y tomar decisiones.
-Calcula, por favor, a qué hora puede acabar la corrida, el tiempo que tardaría en llegar de Soria a Madrid y a qué hora salen los últimos aves y aviones para Sevilla.
Minutos después:
-El último ave es a las 20:30 y no llegas. El último avión a las 22:45 y podrías llegar…ajustado y si no facturas.
- Ok, gracias. Ve sacando el billete que hablaré yo con Curro (Vázquez) para que le comente a la empresa y a los compañeros si les importaría hacerme el favor de cambiar el orden de lidia, así toreo en primer lugar en vez de en tercero y ganamos tiempo.
Como era de esperar, nadie puso inconvenientes al respecto. El torero se portó como lo que es, todo un profesional – sólo él sabe qué se pasaba en esos momentos por su cabeza -, cortando una oreja y perdiendo otra por la espada, y abandonó a toda prisa el ruedo en medio de una solidaria ovación.
Aún sonaban todavía los oles del sexto de la tarde en la plaza, cuando el torero y sus circunstancias viajaban ya camino de Madrid y del destino.
Por lo demás, todo en orden, seguimos en la buena racha…
Mesón Castellano, en la Plaza Mayor de Soria, donde, después del sorteo, tomamos unos deliciosos cangrejos de río como aperitivo cuadrilla y apoderado.
Preciosas vistas del Duero a su paso por las afueras de Soria desde la ventana de la habitación del torero, en el Parador Antonio Machado, minutos antes de empezar éste a vestirse.
Desde la pared blanca del patio de cuadrillas, alguien reclama "más mujeres en el callejón"...
Estado de Alerta: Aute
Hace 4 años
Enhorabuena, Ramiro. ¿Cómo contar sin decir? ¿Cómo comunicar sin cotillear? ¿Cómo explicar sin detallar? Este post es un ejemplo perfecto.
ResponderEliminarUn día te pediré que hagas un cameo en mi blog.
Un abrazo,
Imanol.
Caye tiene que estar orgulloso de su entorno y para que no se te caiga la “baba” no te menciono pero es precioso tener gente que cuente sin morbo y sin cotillear, yo como se dé que va el tema me alegro muchísimo que todo se haya normalizado, quiero mucho a toda la familia.
ResponderEliminarUN BESO Y OTRO A CAYE