Jueves, 28 de Enero de 2010
La primera vez que vinimos a torear a Venezuela debió ser en Noviembre de 2006. Por aquel entonces, el bolívar y el bolívar fuerte – la misma moneda con tres ceros menos – coexistían en la calle, para mayor confusión nuestra, y Chávez hacía su primer intento de convertirse en presidente vitalicio a través de un referéndum, cuyo propósito era modificar la Constitución, que se celebraría - con resultado negativo...para él - pocos días después de marcharnos nosotros. El lema de la oposición, coreado en las plazas de toros, era: “No a la Reforma”.
Volvimos al año siguiente y el militar, tenaz, cabezón, insatisfecho con la votación mayoritaria, había vuelto a convocar una “consulta popular” sobre la misma cuestión. El lema elegido esta vez por la oposición, y vuelto a corear en las plazas, era muy elocuente: “No, es no”. Faltó poner: “Señor presidente, ya está bien, no toque usted más los cojones”.
Desde entonces, hemos vuelto varias veces y, en todos estos años, hemos ido viendo cómo “el chavizmo” iba impregnando, rápida e inexorablemente, todas las capas de la desigual sociedad venezolana a través de recortes en la libertad de expresión, con cierre de medios no afines y monopolio de los supervivientes, y de una política populista respaldada en la fuerza que da el control del petróleo – de todos los venezolanos – y sus beneficios.
Esta tarde aterrizamos en Maiquetía, el aeropuerto de Caracas. Las larguísimas colas del control de pasaportes nos dan tiempo a memorizar cada detalle de la inmensa sala de inmigración, donde imágenes de un omnipresente y megalómano Chávez, acompañadas de efectistas consignas “bolivarianas” del tipo: “Venezuela se liberó/ y se liberó para siempre”, “Sistema aduanero socialista”…, ocupan los lugares más prominentes del diáfano lugar. Todo está estudiado: la llegada, la espera rodeada de consignas, el bombardeo adoctrinante (pagado con dinero público)… Por un momento, creí volver al pasado y encontrarme llegando a alguno de esos países del “otro lado” del “telón de acero” que visité a fines de los años ochenta…aunque quizás tampoco haya que irse tan lejos en el tiempo, ni en el espacio, para encontrar ejemplos similares…
A la salida nos esperaba nuestro buen amigo Domingo Uzcátegui, hombre de confianza por estas tierras. Con él nos trasladamos a la terminal de vuelos privados, cargamos – increíblemente – todo el equipaje en una avioneta y partimos rumbo al Estado de Táchira, cerca de la frontera con Colombia. Poco menos de dos horas más tarde, sobre las 9 pm, y en noche cerrada, aterrizábamos en el aeropuerto de Santo Domingo. Allí nos recogió Romel, el "ayuda" venezolano, y una hora más tarde tomábamos, por fin, posesión de nuestras habitaciones en el hotel Lido de San Cristóbal.
Ya hemos cenado y ahora toca descansar. El jet lag nos espera temprano para desayunar…
Colas del control de inmigración en el aeropuerto de Maiquetía: en primer término, el maestro Curro Vázquez. Tras él. presidiendo la sala, un omnipresente Chávez nos da la bienvenida a la República Bolivariana de Venezuela.
Más propaganda "chavizta" , con dinero público, en el aeropuerto caraqueño
La avioneta que nos trasladó de Caracas a San Cristóbal.
Estado de Alerta: Aute
Hace 4 años
Qué estrés!!! vaya cuerpo que se te tiene que quedar,,, entre los cambios de temperatura, viajes de un lado a otro (( con carga incluida)), y la diferencia horaria, al final no sabes ni donde estás.
ResponderEliminarBesos.
lo de este hombre es increible!! vaya forma de decir que todo es para todos y enriquecerse el solo. tremendo!
ResponderEliminarpor cierto, me gusta mucho como lo has escrito, tus alusiones sin necesidad de nombrar...EM
Interesantes las últimas entradas, con pinceladas históricas, sociales, políticas...todas muy bien expresadas..
ResponderEliminarQué privilegio conocer todo esto a través de tus ojos!
El esfuerzo y sacrificio queda muy bien reflejado.
Besos!
M.Ángeles
Unas vacaciones la escala fue imposible de franquear, ultima hora, ultimos vuelos, y las horas que pasamos en Venezuela eran interminables....ese hombre todo el santo dia en la televisión del aeropuerto, los perros con la policia armada en la entrada del aeropuerto y las estanterias de las tiendas eran un desierto....este hombre esta peleado hasta con su sombra, ni tecnologia, ni tan siquiera una marca EE.UU, una verguenza!!!! vayase señor Chavez!!!!! que podamos viajar agustito a Venezuela!!!!
ResponderEliminarUn besito
Ramiro ja, ja, ja, ja, me has sorprendido tan elegante, fino y educado y soltar un cojones ja, ja, ja, francamente en un país, moviéndote con la cara de ese tipejo por todas las partes no me extrañaría se os pondrían los “susodichos “en el cuello.
ResponderEliminarUN BESO ENORME Y TRANQUILOS YA ESTAIS EN SUELO PATRIO
Menenval, como todo en esta vida, te terminas acostumbrando.
ResponderEliminarEM,M. Ángeles, muchas gracias!
Carol, veo que pasaste por allí y que "sufriste" en tus carnes lo que estoy hablando.
Malena, un taco de vez en cuando, no sólo no está mal si no que está hasta prescrito por el médico. Es un buen liberador de estrés, jaja!!
Gracias a todos!! besos y abrazos!!!