domingo, 7 de febrero de 2010

José Garfias

Viernes, 27 de Noviembre de 2.009

A lo de de
José Garfias - estado de San Luis Potosí – se llega siguiendo un largo camino de tierra que atraviesa un paisaje semidesértico salpicado de enormes cactus. Allí arribamos anoche a eso de las 9. Nos recibieron el ganadero y sus dos hijos varones. Casi sin tiempo para respirar, nos llevaron hasta un pequeño salón presidido por la cabeza de un enorme alce canadiense y jalonado de fotos y carteles taurinos, entre los que destacaba uno de Belmonte y el Niño de la Palma anunciados juntos en Sevilla allá por los años 30´s. El tímido fuego de la chimenea, apenas conseguía engañar al intenso frío mientras veíamos vídeos de corridas más o menos recientes de la susodicha ganadería.

A eso de las 11, ya bastante pasados de sueño, nos condujeron a las que serían nuestras habitaciones por una noche – todas distribuidas en torno a un patio central – y nos dieron las buenas noches no sin antes advertirnos de que el generador de corriente dejaría de funcionar a las 12 en punto. Así que ahí estábamos, sin luz, sin cobertura, incluso sin agua caliente en algunos de los cuartos…y con” muuusho” frío. Cayetano y yo compartíamos habitación y, después de agotar todas las existencias de mantas del armario, no exagero si digo que estuvimos a punto de “llegar a las manos” por ver quién se echaba por encima la alfombra que había en el suelo. ¡Qué duro es el toreo!

Hoy nos levantamos como nos acostamos, es decir, ateridos de frío. La mañana, inestable y desapacible, hizo peligar el tentadero. Desayunamos – con los abrigos puestos - en una amplio y luminoso comedor en el que un precioso y antiguo mapa colgado de la pared llamó poderosamente mi atención por dos detalles: el enormemente desproporcionado tamaño de España con respecto a América - cosas del imperio -, y una bonita dedicatoria en el margen inferior derecho de D. Enrique Tierno Galván, alcalde que lo fuera de Madrid hasta su muerte, en el año 86´, quien en su momento había obsequiado con dicha joya a la "encantadora, longeva, mexicano-hispana" madre del ganadero.


Finalmente se llevó a cabo la tienta. 3 vacas para Armillita y 3 para Cayetano. Luego, después de varios días juntos, tocaba despedida. Armillita y su gente seguirían dirección norte hacia Aguascalientes, a continuar la preparación por su tierra; y nosotros retornaríamos dirección sur, hacia Querétaro, con la intención de llegar a tiempo de ver la corrida de Juriquilla – a escasos 10 minutos de la capital queretana –, en la que hacía su presentación con caballos en tierras mexicanas el novillero local Diego Silveti, hijo del malogrado David Silveti, en una mixta junto a El Juli e Ignacio Garibay. Antes de comenzar, emotivo homenaje a Juan, patriarca de la saga y abuelo de Diego. Plaza llena en noche fría. Gran espectáculo de El Juli y detalles prometedores de Silveti que regaló un sobrero.

Mañana tenemos novillos cerca de Jofre, en La Joya, la otra finca de Jouey . Y, por la tarde, nuevamente a Juriquilla a ver a El Juli, que repite, junto con
Fernando Ochoa y Arturo Macías.


En la esquina superior derecha, Belmonte y el Niño de la Palma compartiendo cartel en Sevilla.


La península ibérica y Latinoamérica...cuestión de perspectiva.


Retrato de picador sobre fondo de cactus. ¿México o España?

4 comentarios:

  1. No me lo puedo creer, ¿de verdad estabais en México?,¿sólo estaba la finca, o había alguna más alrededor?. Por lo del frio, por la noche en la habitación, os podíais haber metido los dos juntitos en cama,así habríais pasado algo mas de calorcillo, jajajaja......
    No pensé que lo pasabais tan mal, bueno a veces no.
    Bonitas las fotos, sobre todo la de abajo.
    Besos.

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  2. Jajajajajaja de acuerdo con meneval que escena, Caye y tú a punto de llegar a las manos por el frio y en Mexico jajajajajajaja,para veros.
    UN BESAZO Y ESPERO ESTEIS YA CALENTITOS

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  3. Menenval, la finca era lo suficientemente grande como para no tener "vecinos" muy cerca.

    Menenval, Malena, en cuanto a lo de dormir en la misma cama...no hacía tanto frío como para que llegáramos siquiera a planteárnoslo ;-)

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  4. Lo mejor el peto del cabllo de picar, qué genial el "Gaucho-picador".
    A.Mayo

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