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Sábado, 14 de NoviembreA América, por convenio, los matadores del grupo A, es decir, los que torean más de 42 corridas al año (como es el caso de Cayetano), aparte de al mozo de espadas, pueden llevarse a un banderillero y a un picador. En este caso vienen con nosotros Aitor Sánchez (picador) y José Antonio Carretero (banderillero). Por tanto, la “expedición” a México la formamos 5 personas: los susodichos, más el torero, el apoderado y yo.
El 14 de Noviembre, a eso del mediodía, en un vuelo de Aeroméxico con destino final México DF, partimos cargados de tanto equipaje como ilusiones. Si todo va bien, no volveremos a pisar España hasta mitad del mes de Diciembre...
11 horas más tarde y 7 de diferencia horaria atrás, aterrizamos en el aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México. Tras sortear el control de pasaportes, recoger el equipaje y tener que abrir alguna que otra maleta en la aduana, salimos al “exterior” donde una nube de flashes y cámaras – bastante mayor que la que nos despidió en Barajas – nos recibe y nos lleva casi en volandas hasta las camionetas que nos van a servir de transporte.
Reencuentro con viejos amigos, checking en el hotel y a cenar a una taquería cercana. Deben ser las 11 de la noche hora local – 6 de la mañana hora española – cuando acabamos de comer. El cambio horario comienza a hacerse notar. Es sábado noche y el intenso tráfico de la ciudad se dificulta aún más por varios controles de alcoholemia con que nos cruzamos de regreso al hotel (“si maneja, no tome”). Nada que temer, nosotros hemos decidido no probar el tequila hasta el día 6 de Diciembre. Cada cosa a su tiempo…Barajas, 14 de Noviembre, todo el equipaje plastificadolisto para facturación. De izquierda a derecha: Ramiro Curá, Aitor Sánchez, José Antonio Carretero y Roberto Gómez (nuestro "ayuda", que hizo el favor de llevarnos al aeropuerto).
Hay quien piensa que la vida de un torero consiste en vestirse de luces para acudir a la plaza, torear, salir a hombros y luego no hacer nada hasta la próxima corrida. Nada más lejos de la realidad. Esta es una profesión que, además de suerte, requiere de mucho sacrificio, constancia y concentración; una trilogía difícil de seguir sin amarla.
Acabamos la temporada española el 4 de Octubre y la siguiente "fecha" sería una cita significativa, la confirmación de alternativa en México el día 6 de Diciembre. Dada la importancia del evento, se decidió la siguiente planificación: descansar hasta finales de Octubre, comenzar nuevamente a entrenar el 1 de Noviembre, y el 14, con casi 4 semanas de antelación, volar a México para continuar allí la preparación con el tiempo suficiente como para que el torero pudiera adaptarse a la altura y, sobre todo, a la embestida del toro mexicano (muy distinta a la del español).
Aún así, ya a mitad de Octubre, después de haber descansado tan sólo un par de semanas, el torero estaba pidiendo tentaderos. Buena señal.
El resumen de ese mes de preparación española que llega hasta el 14 de Noviembre sería el siguiente: varios tentaderos en ganaderíass cercanas a Madrid como José Vázquez y Carmen Segovia, “aderezados” con ejercicio físico, toreo de salón y, a partir de Noviembre, toros “a puerta cerrada”. Debido al escaso tiempo de inactividad y sus ganas de torear, acusó muy poco el parón de fin de temporada.
Cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos ya a mitad de Noviembre preparando las maletas para volar rumbo a México…
4 de Octubre de 2009. Última corrida de la temporada española. Han pasado muchos meses y muchos kilómetros desde el arranque en Olivenza allá por principios de Febrero. Es la segunda vez en su carrera – y primera en 4 años – que Cayetano va a acabar la temporada cuando lo tenía previsto y no antes por culpa de algún percance: hace 3 años, el fuerte dolor que le provocaban unos esguinces crónicos en los dedos de una mano; hace 2, una cornada en Albacete; y el año pasado, el grave accidente de Palencia. El torero ha ganado en oficio, técnica…y suerte.
En el cartel, El Fandi y Talavante. Como suele ser costumbre, Cayetano brinda su último toro del calendario español a toda la cuadrilla (por desgracia, como ya he dicho, no se había podido volver a repetir esta escena desde el primer año de novillero en Fuengirola). Acaba la corrida con el torero atravesando a hombros la puerta grande de la plaza de toros de Hellín.
Ducha en el hotel y partimos camino de Madrid. Hoy toca celebración, no es para menos, son 4 años esperando este momento.
Luego, a descansar unos días y a finales de Octubre vuelta al trabajo. La próxima estación será en Diciembre, será “La México”…Foto: Benito Sánchez LeyvaParte de las cuadrillas de El Fandi, Talavante y Cayetano en el bar de la plaza de toros de Hellín después del sorteo. Las caritas presagian el final de temporada...
Llegamos a Úbeda procedentes de Alquerías bien entrada la madrugada. En un pequeño salón contiguo al lobby del hotel, la "crew" de Pereza estira la noche a ritmo de groupies y alcohol. Hacemos el check-in y subimos a descansar.
A la mañana siguiente, curiosa mezcla en el buffet del desayuno: pendientes con gomina, chupas de cuero con politos de La Martina, picadores con bajistas, toreros con cantantes, apoderados con road managers…Curro Vázquez con Rubén y Leiva. Ellos actuaron ayer, a nosotros nos toca hoy.
Hasta aquí se ha desplazado Virginia Galvín, subdirectora de Vanity Fair España, quien está escribiendo un artículo sobre Cayetano que saldrá publicado en el número de Diciembre. Nos reunimos con ella en el lobby del hotel y nos dirigimos para el sorteo justo en el instante en que los Pereza parten camino de otra “plaza” en su “cochecuadrilla”.
En cuanto a la corrida, muchísima expectación tanto en la puerta del hotel como en la plaza. Largas colas de entrada y cartel de “no hay billetes”. Todo salió bien. La gente se divirtió y Cayetano sumó una nueva puerta grande. Esta provincia se le sigue dando bien.
Después de cenar, abandonamos la ciudad camino de la última estación de la temporada. Mientras la distancia creciente va apagando las luces y ahogando el ruido ensordecedor de la feria, una escena del mediodía acude a mi mente. Hora del aperitivo, justo después del sorteo; Curro Vázquez, Virginia Galvín, nuestro buen amigo “Cohete” y un servidor deambulamos por las viejas calles del centro buscando una terraza apacible donde sentarnos a conversar. Es mi primera visita a Úbeda y, como ya intuía, me impacta su belleza. La furgoneta sigue avanzando en la noche, las últimas luces de la ciudad se pierden definitivamente en el horizonte y ya no se escucha más ruido que el del motor del cochecuadrilla. Paco Ortega, Muñoz Molina, Joaquín Sabina…¿qué tendrá esta tierra para ser cuna de tantos personajes que yo admiro?...tengo que volver este invierno con más tiempo…o bueno, mejor en primavera...que aquí tiene pinta de hacer mucho frío, "cuando aprieta el frío".
El jueves por la tarde nos ponemos nuevamente en marcha. Si todo va bien, cuando el domingo por la noche regresemos a casa, estaremos celebrando el final de temporada.
Esta vez sí que luce el sol. Mucha expectación. No hay billetes. La plaza portátil montada ex profeso para la ocasión, emerge entre un mar de naranjos bajo el cielo azul.
Es la segunda vez en su carrera que Cayetano torea un festival, la anterior fue todavía de novillero, en Moralzarzal. En el cartel: Pablo Hermoso de Mendoza, El Fandi, Castella, Manzanares, Cayetano y el “aficionado práctico” Adolfo Suárez Yllana, hijo del primer presidente del gobierno de la democracia española.
El día viene marcado por la votación final sobre la sede de las olimpiadas de 2016. Madrid parte como una de las favoritas. Aprovechando el ambiente distendido del festival, y en contra de lo habitual, Cayetano se viste atento a las novedades que la televisión va contando al respecto. El Rey y el presidente del gobierno han hecho una encendida defensa de la candidatura. A esas alturas hemos pasado un par de cribas, aunque marchamos para la plaza sin que la incógnita haya sido despejada. Torea Pablo Hermoso, la gente sigue recibiendo noticias esperanzadoras en los móviles. Queda la votación definitiva. El Fandi, sin novedad. Castella, sigue la espera. Manzanares, hay fumata blanca…”¡ha ganado Río de Janeiro!” comenta una voz anónima desde el tendido.
Cayetano no tiene suerte con su toro. Cierra plaza Suárez Yllana que se ha traído un ejemplar de la ganadería de su suegro, Samuel Flores. A pesar de las hechuras, sale muy malo y no consigue sacarle ni un pase. Pide el sobrero y con él se quita la espinita.
Llegamos al hotel ya de noche. Ducha y a cenar. En la tele siguen comentando la decepción de las olimpiadas. Toda la parafernalia con la que nos han estado bombardeando durante meses, comienza a parecernos anticuada. Nos quedan dos tardes para acabar la temporada y yo tengo un presentimiento: Cayetano va a salir a hombros en ambas. Estoy seguro, “tengo una corazonada”…
Etimología: Dice el diccionario que “alquería” es un término que procede del vocablo árabe al-Garya y que se utiliza para designar a una casa rural con tierra de labor típica de la Comunidad Valenciana y de algunas zonas de la provincia de Granada. Esto nos serviría para explicar la primera parte del nombre. En cuanto a la segunda, proviene de la imagen de Nuestra Señora del Niño Perdido que los monjes de Caudiel dejaron en un oratorio cercano a la zona en 1.683.
Historia: Y su origen como población habría que situarlo en una serie de alquerías musulmanas que, tras la llegada de Jaime I de Aragón y la fundación del Reino de Valencia, pasaron a formar parte del recién creado municipio de Villarreal; del que, tras varios intentos frustrados, finalmente se segregaron en 1.985 dando lugar a una nueva ciudad con tan particular nombre.
Pues hasta ahí llegamos, bajo un intenso aguacero, el día antes del festival procedentes de Vera. Y, sin siquiera pasar por el hotel, fuimos directamente a almorzar a la central de Porcelanosa, situada en Villarreal, atendiendo a una invitación personal que Manolo Colonqués, alma Mater de la empresa, había hecho hacía tiempo a Cayetano. Disfrutamos de una deliciosa comida en su compañía y luego de una didáctica visita por el corazón de la fábrica que yo resumiría en 3 términos: organización, pulcritud y ¡magnitud!
A media tarde nos dirigimos al hotel, también en Villarreal, y esperamos el anochecer sin que la lluvia diera ninguna tregua. Luego salimos a cenar y nos marchamos a dormir con la esperanza de que cambiara el tiempo al día siguiente.
Como era de esperar, esto no sucedió y, poco antes de partir para el sorteo, nos llamaron para informarnos de que la corrida se aplazaba hasta el viernes. Desayunamos, recogimos y partimos de regreso a Madrid con el balance de una corrida toreada (Barcelona), una suspendida (Vera) y otra aplazada (Alquerías). Estábamos a martes, por tanto, teníamos 2 días para estar por casa y luego vuelta a la carretera, a encarar las últimas 3 corridas de la temporada.