Caía
la tarde sobre el ruedo y el viento soplaba arrítmico dándole un tinte casi épico
al tentadero. El torero entró después de ducharse en el salón donde ya estaban
el ganadero, su hijo, el apoderado y algún miembro de la cuadrilla. El olor a
café y a leña. Las pastas traídas de alguna confitería cercana. La tertulia
otoñal en el campo.
“En
algún momento tu padre desapareció. Al cabo de las horas lo encontramos sentado
sobre el poste de una linde. Llevaba allí horas subido, en silencio, observando el comportamiento de los animales”.
Sus
ojos azules y acuosos, de una transparencia honesta y recatada, dejando entrever, pese a su timidez, una bondad corpulenta: “La preocupación de tu
abuelo no era que lo matara un toro, sino el defraudar a sus seguidores por
estar mermado de facultades. Ya no era joven. Pero sus dudas e inseguridades
las dejó al salir de la habitación camino de la plaza”.
Imagen: Mauricio Berho |
El
hombre de ojos de agua siguió regalando anécdotas motivado más por un deseo
sincero de que aquel torero nuevo conociera algo más de su propia familia que
por ese ansia de protagonismo y de decir “yo estuve allí” del que casi todos
pecamos.
El
joven contrariado por aquel tentadero ventoso, poco a poco se fue calmando,
como un torrente aluvional diluido en el remanso de aquellos ojos acuosos.
Hay
días en que uno se marcha de la tienta con la sensación de haber perdido el
tiempo. Bien sea por el comportamiento de las vacas, porque el maestro no tuvo
su día o, como en este caso, por el viento. Puedo asegurar que nadie de los que
allí estuvimos abandonó Jandilla con mal sabor esa noche de Noviembre.
Y
es que, tan importante como ponerse delante de los animales, torear de salón o
ver vídeos antiguos, es aprender de la sabiduría y la experiencia de nuestros
mayores. Todo tiene su momento y su lidia.
Se trata de saber interpretarlo. Y, aquella tarde, como tantas otras,
esos ojos azules supieron leerlo.
Borja
Domecq. D.E.P.
CAYETANO con un toro de Jandilla al que desorejó en Pamplona |
No hay comentarios:
Publicar un comentario