Valero,
29 de Enero de 2017
Nunca
habíamos toreado en España en público un mes de Enero; en América sí, en
Venezuela y Colombia, pero en España no. Y ahí estábamos, en una mañana de
Domingo de calabobos y niebla esperando en el Hotel Sierra Quilama de San
Miguel de Valero – a seis kilómetros de Valero - a que llegara la hora.
Imagen: Menacho |
Todos
los años, el 29 de Enero, éste pequeño pueblo de la Sierra de Francia
salmantina, organiza un festival de un solo torero que sus mismos habitantes
subvencionan con cuotas anuales y voluntarias. Es un día muy esperado en la
población y de ahí, pese al mal tiempo, el entusiasmo desbordante de los
valeranos y sus paraguas que estoicamente aguardaban el comienzo.
A
las 4 de la tarde subimos al cochecuadrilla y comenzamos a descender por una
serpenteante carretera comarcal los 800 metros de desnivel que, en seis
kilómetros, separan San Miguel de Valero de Valero.
Bastante
antes de llegar, se complicó el paso por los numerosos coches aparcados en el
inexistente arcén que delataban lo extraordinario de aquel acontecimiento para
la zona.
A
duras penas, una UVI móvil que ascendía con la sirena, se abría paso. Al llegar
a nuestra altura, Curro Vázquez les hizo una seña para que bajaran la
ventanilla. "¿Regresáis ahora?" "Nosotros no pero hay otra unidad abajo” (la
conciencia de un percance siempre en la mente).
A
la entrada a Valero, un mar de paraguas e impermeables nos esperaba. Allí había
que bajarse pero no porque estuviera su singular plaza de toros, sino porque la
costumbre es que torero y cuadrilla atraviesen andando todo el pueblo al ritmo
de la banda al mejor estilo “Bienvenido Mr. Marshall”.
Cruzamos
plazuelas con estatuas de abejas – esta zona es conocida por su industria
apícola – y callejuelas estrechas mimetizados con abuelos con sus nietos de la
mano y jóvenes ansiosos con hacerse selfies en marcha al compás de unos pasodobles sin rastro de marcialidad.
![]() |
Estatua de una abeja en Valero |
En
la plaza de toros, de apariencia rectangular, sin callejón pero sí muchos
burladeros, los tendidos son sustituidos por la ladera de una colina en donde
la gente se apretuja para ver el festejo devolviendo a la Tauromaquia a lo que
debieron ser sus verdaderos orígenes.
Torero y organización comprando el estado del piso |
Dos novillos y cuatro orejas y un rabo parecen un buen saldo para comenzar la temporada 2017.
Entre el caos de la salida por la lluvia y la multitud, la persona que debía llevar a los picadores de vuelta, lo olvidó. Y ahí estaban ellos dos, haciendo dedo en la puerta, regresando al hotel en el coche de la Guardia Civil. Lo dicho, puro Berlanga en vena.
Entre el caos de la salida por la lluvia y la multitud, la persona que debía llevar a los picadores de vuelta, lo olvidó. Y ahí estaban ellos dos, haciendo dedo en la puerta, regresando al hotel en el coche de la Guardia Civil. Lo dicho, puro Berlanga en vena.
Me ha encantando ver este artículo dedicado a mi pueblo y a sus fiestas . Yo vivo un poquito lejos y por lo tanto no pude estar allí ese día ( como tantos y tantos .....) muchas gracias por publicarlo y acercarnos nuestra tierra a los que estamos lejos pero la llevamos a fuego en el alma .
ResponderEliminarEs cierto lo que dices jejeje , somos gente singular y arraigada a nuestras costumbres , pero , también somos gente noble y generosa . En fin .... VALERANOS , con mayusculas.
Gracias de nuevo y un afectuoso saludo
Mi enhorabuena para Cayetano y toda la cuadrilla!!
ResponderEliminarGran comienzo de temporada...Mucho ánimo y suerte para todos!!