jueves, 29 de abril de 2010

La guinda

Viernes, 4 de diciembre de 2009

Esta profesión está llena de días inolvidables. Y hoy, sin duda, fue uno de ellos. Me levanté temprano, a eso de las 9, desayuné y subí a la habitación a preparar las cosas: leotardos, medias, ligas, camisas, un par de vestidos, capotes, muletas, palillos, espadas…a las 11 am habíamos quedado en el hall del hotel con todos los amigos venidos de España para la ocasión. Teníamos una cita muy especial a mediodía en un lugar cercano, y pensamos que a ellos les gustaría acompañarnos a tan singular y exclusivo encuentro.

A eso de las 11:30 am, partió la comitiva formada por 5 ó 6 camionetas dirección Insurgentes. 15 minutos después, ante nuestros ojos, "La México". Acceso restringido, en su interior sólo el personal del coso, la familia del ganadero, nuestros amigos y el impresionante esqueleto de cemento desnudo de la plaza más grande del mundo.

El torero se cambia, sin mucho ritual, en unos desconchados y húmedos vestuarios. Una toalla blanca sobre el frío suelo sirve de improvisada alfombra. Primero, los leotardos y las medias, luego las ligas y la taleguilla…me pide que, hasta el momento de empezar, lleve yo puesta la chaquetilla nueva para ir hablandándole las rígidas mangas. Bajamos por unas estrechas escaleras desde el edificio donde se encuentra el vestuario hasta el patio de cuadrillas, saludamos al personal y nos disponemos a encarar el túnel de entrada que conduce hasta el "hundido anillo".

Como si de un último acto de consideración para con los toreros justo antes de que suenen los “clarines de la verdad” se tratase, el arquitecto, seguramente consciente de la imponencia de la plaza que se disponía a levantar, diseñó un patio de cuadrillas “separado” del callejón y del ruedo propiamente dichos, por un oscuro, largo y descendente túnel desde cuya boca de entrada, debido a su longitud y desnivel, se puede oír, presentir el intimidatorio ambiente de la plaza una tarde de toros, pero no verlo. Sólo a medida que se avanza por el negro corredor, se va dibujando la plaza al final del mismo. Primero, el albero, liso, impoluto, solitario…luego, las primeras filas del tendido bajo. A mitad de camino ya comienza a intuirse la magnitud del escenario mientras los segundos por el oscuro agujero se van haciendo interminables (no quiero ni imaginarme el domingo). El torero desciende firme en taleguilla y camisa; yo, a su lado, con la chaquetilla puesta. “Qué de experiencias tan bonitas estamos viviendo, ¿verdad? Este instante no lo vamos a olvidar nunca”, me comenta sonriente. A través de la boca de salida el cuadro se va completando de abajo a arriba. Aparece la fila 8, la fila 9, unos segundos más tarde el tendido alto y el anfiteatro no numerado. El final se acerca y, ahora sí, como una obra de arte recién acabada, la plaza se ofrece ante nuestros ojos en toda su grandeza. Hueca, vertical, interminable…hasta el mismo punto donde comienza el cielo.

Algo de aire y un buen toro de Xajay para poner la guinda a un mes de entrenamiento ejemplar. De regreso al hotel, inevitable recordar cuando hicimos esta misma operación días antes de la Confirmación en Las Ventas... ¡Qué privilegio!

Mañana, nada de toros. “Jornada de reflexión”. La suerte está echada…
La México, sólo para nuestros ojos...

9 comentarios:

  1. Por fin... que largo se me ha hecho mirar todos los días a ver si había alguna historia nueva que nos tuvieras que contar. Comprendo que estarás a tope de trabajo y que estarás apuntándolo todo para cuando llegue el otoño. Mucha suerte para todos y un beso para Cayetano.

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  2. Con la descripción de la preparación de las cosas: leotardos, medias, ligas, camisas, un par de vestidos...parece que fueras a vestir a una novia jajaja es genial!!!.
    Daría lo que fuera x haberos visto al "mata" y a ti (con la chaquetilla puesta) caminando x los pasillos de la Mexico jajaja, simplemente genial!!!
    Menos mal que has recuperado el blog...yo el mío lo tengo descuidadísimo ;-)

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  3. Me alegro que vuelvas a subirte a "tu cochecuadrilla", espero que si se te acaba la gasolina, no tardes tanto en repostar, jajaja.
    Bueno, ha merecido la pena la espera.
    Impresionante la foto de La México, y eso, vacía, no me imagino como tiene que ser cuando está llena, no me extraña, que´desde el patio de cuadrillas no se llegue a ver la plaza.
    Un beso.

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  4. Aquí inicias una nueva temporada narrativa. No sé si es que había olvidado tus lances literarios, pero he vuelto a disfrutar un montón con la faena de inicio que nos has regalado. Me has hecho "ver" la situación y me he reído imaginándote con la chaquetilla. Como imagino que habrá fotos... ¿Me las enseñarás? Bienvenido, Maestro.

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  5. Ya anhelábamos tenerte de nuevo por aquí.
    Qué privilegio disfrutar de "ese previo" en esa imponente plaza...estoy contigo,se trata de uno de esos días que uno no olvida, me alegra que lo tengas en "tu haber".
    Me gustaría ver esa foto tuya con la chaquetilla ;)

    Me alegra tu vuelta.

    Un beso
    FJL

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  6. Bueno, bueno; nos sumamos a todos los comentarios anteriores en completo acuerdo; y sin haber estado en la Méjico, a través de tu narrativa, lo vivimos como si hubiésemos hecho ese "paseillo" con vosotros.- No te imaginas lo que nos alegra que te hayas subido nuevamente al cochecuadrilla.- Un besazo para todos y esperamos que nos hagas viajar nuevamente contigo.-

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  7. que bueno Ramiro!!
    que gracioso con la chaquetilla puesta! imaginoq ue los nervios a flor de piel!EM

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  8. Madre mia, no se si estoy delirando, bienvenido y por lo visto teniamos todos ¡hambre!de blog.
    UN BESAZO Y GRACIAS POR VOLVER

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  9. Anónimo, me da la sensación de que eres de los "habituales" y te olvidaste de firmar. Gracias!

    Ana, tienes razón, haciendo abstracción del contexto, perfectamente podríamos estar hablando de una novia, Ja,ja! Ah, y no abandones el blog!

    Menenval, procuraré hacer buen acopio de gasolina por si llega la escasez...

    Imanol, maestro, gracias!

    FJL, ciertamente, todo un privilegio.

    Anónimo (Mijeños?), gracias!

    EM, Gracias!

    Malena, gracias!

    No me imaginé que lo de la chaquetilla fuera a dar tanto juego, ja,ja!

    A todos, muchas gracias por estar siempre ahí.

    Besos y abrazos.

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